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Texto: Fede Gayardo
Un barco venezolano ha llegado a un puerto cubano, marcando el inicio de una nueva ruta marítima y comercial entre los países miembros del ALBA. El mercante Manuel Gual desembarcó en la terminal de contenedores de Mariel con víveres, fertilizantes y semillas que Caracas envió como apoyo inmediato a la isla.
La Agencia Cubana de Noticias (ACN) reportó que la carga incluye “alimentos para el abastecimiento de la población y la cría de animales, así como fertilizantes y semillas con el objetivo de contribuir al bienestar del pueblo cubano”.
Orlando Maneiro, embajador de Venezuela en La Habana, comentó que esta entrega forma parte del “programa de recuperación económica que ambos países están desarrollando de manera conjunta”.
El diplomático destacó, citando a la fuente mencionada, que en la cumbre de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA) en 2024 se acordó “diseñar e implementar una solución de transporte marítimo regional que promueva el desarrollo productivo y sostenible de los países miembros”.
Durante su intervención, Maneiro enfatizó que “esta solución busca establecer un modelo comercial que minimice los costos logísticos, potencie nuevos nichos productivos, amplíe el mercado para los productores y genere beneficios directos para los consumidores”, añadió.
El ALBA, creada en 2004, agrupa a Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Antigua y Barbuda, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Granada y Santa Lucía.
La llegada del Manuel Gual confirma el interés de concretar la cooperación regional en acciones tangibles y cotidianas para fortalecer la seguridad alimentaria y la producción local.
Es importante recordar que tanto Cuba como Venezuela enfrentan sanciones económicas impuestas por Estados Unidos y han mantenido estrechos lazos políticos desde 1999, cuando Hugo Chávez asumió la presidencia venezolana.
A través de esta ruta marítima, los gobiernos buscan transformar la solidaridad en cadenas comerciales concretas, una apuesta por el intercambio efectivo que, como muchos cubanos esperan, pueda traducirse en beneficios reales para la población.