Autor: Hugo León
Fuente: RRSS
Las fuerzas de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) han confiscado medicamentos importados en una vivienda situada en el reparto Los Cangrejitos, muy cerca del Hospital Militar Joaquín Castillo Duany, en Santiago de Cuba.
De acuerdo con los testimonios de los vecinos, los fármacos no eran de producción nacional, sino que procedían de diversos países, incluyendo Haití.
La escasez de medicamentos en las farmacias de la Isla ha llevado a la expansión de un mercado informal de estos productos, convirtiéndose en una opción fundamental para el pueblo cubano, que allí puede obtenerlos.
El periodista independiente Yosmany Mayeta compartió la noticia y destacó que, durante mucho tiempo, los insumos vendidos en la vivienda intervenida proporcionaron un alivio a decenas de familias que encontraban en ellos una alternativa para tratar a sus enfermos.
«Es una falta de respeto, ya que los médicos mismos te indican que compres los medicamentos allí en Los Cangrejitos, porque en la farmacia siempre hay desabastecimiento», expresó una internauta.
En general, la mayoría de los comentarios de los usuarios reflejaron indignación ante la confiscación de estos medicamentos, que, pese a sus altos precios, eran útiles para tratar diversas enfermedades.
A pesar de que el Estado no puede garantizar el suministro de medicamentos esenciales para sus ciudadanos, persigue y criminaliza a aquellos que ofrecen una alternativa a la escasez existente.
¿Cuál es la situación con los medicamentos en Cuba?
En 2024, el Ministerio de Salud Pública (MINSAP) reconoció que más del 70 % del cuadro básico de medicamentos estaba ausente.
De los 651 productos que lo componen, alrededor de 400 deberían ser producidos en el país y el resto importados; sin embargo, solo unos 300 estaban disponibles en la red de farmacias, cubriendo menos del 30 % de la demanda.
La causa de esta crisis radica en la falta de divisas para adquirirlos o para importar las materias primas necesarias para su producción en Cuba.