Una mujer de 42 años se convierte en la más reciente víctima de una serie de desgracias causadas por rayos en Cuba.

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Foto: Shutterstock

Una nueva tragedia por descarga eléctrica impactó este viernes a la localidad de Colón, en la provincia de Matanzas, donde una mujer de 42 años perdió la vida tras ser alcanzada por un rayo mientras realizaba tareas agrícolas en los alrededores de la comunidad La Luisa.

El Consejo de Defensa Civil del municipio informó que la víctima fue llevada de inmediato al Hospital General Docente Mario Muñoz Monroy, pero ingresó sin signos vitales. Raisdel Naya, jefe del Centro de Gestión para la Reducción de Riesgos y Desastres de la zona, confirmó el fallecimiento y expresó sus condolencias a familiares y amigos.

Este incidente se suma a una serie de eventos mortales por tormentas eléctricas que han afectado a Cuba en las últimas semanas, evidenciando la peligrosidad y frecuencia de este fenómeno natural en la isla.

Recientemente, en Manicaragua, Villa Clara, tres menores perdieron la vida y una adolescente resultó herida tras ser alcanzados por un rayo en la zona donde se encontraban. Las víctimas fueron identificadas como Jorge Alejandro de la Coba Monteagudo, de 14 años y residente temporal en el país, Andy Alberto Turiño González, de 13 años, y Analía García Rodríguez, también de 14.

Los registros recientes indican que este tipo de tragedias no son aisladas. En junio, dos adolescentes de 13 y 16 años fallecieron en Bauta, Artemisa, mientras jugaban al fútbol durante una tormenta. Ese mismo día, una niña de tres años murió ahogada en Playa Baracoa, otro suceso que conmocionó a la población.

En julio, un grupo de jóvenes en Ciego de Ávila estuvo a punto de enfrentar consecuencias fatales en circunstancias similares, un comportamiento que los especialistas han calificado como “imprudente” ante alertas meteorológicas.

Estadísticas del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, junto con el Instituto de Meteorología, revelan que entre 1987 y 2017, el país registró un promedio anual de 54 muertes por fulguraciones, acumulando 1,742 víctimas en tres décadas. Esta cifra ubica a Cuba entre los países con mayor incidencia de muertes por rayos en la región.

Los expertos insisten en que la distancia no es sinónimo de seguridad: un rayo puede impactar a kilómetros del núcleo de la tormenta. La recomendación oficial es buscar refugio en estructuras cerradas o vehículos ante el primer trueno, evitando permanecer bajo árboles, cerca de postes eléctricos, estructuras metálicas o cuerpos de agua.

La repetición de estas tragedias ha despertado la alarma en comunidades rurales y urbanas por igual, donde la cultura preventiva sigue siendo insuficiente frente a un fenómeno tan frecuente en el país. Las autoridades destacan que la combinación de factores climáticos y conductas de riesgo convierte las descargas eléctricas en una amenaza constante y mortal para la población cubana.

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