Texto: Hugo León
La famosa orquesta cubana Adalberto Álvarez y su Son sufrió un robo la noche de este domingo, cuando sus instrumentos musicales fueron retirados de La Tropical, el lugar donde realizan sus ensayos.
En el perfil de la agrupación en Facebook, el director Brayan Álvarez denunció que se llevaron el piano, el bajo, las bocinas, los micrófonos y los audífonos.
El hijo menor de la leyenda de la música cubana, Adalberto Álvarez, expresó su indignación, afirmando que aquellos en esta profesión saben cuánto esfuerzo, sacrificio y trabajo implica poseer un instrumento de tal calidad.
“Duele muchísimo que en un instante alguien venga y te lo quite”, comentó. Añadió que ese piano no es solo un objeto, sino una parte de su vida, de su música, de lo que representa.
“Por ello, les pido de corazón que me ayuden a difundir este mensaje. Si alguien lo ve o tiene información, por favor comuníquese conmigo. Necesito recuperarlo”, afirmó.
Brayan instó a cualquier músico o estudio que reciba alguna oferta relacionada con estos instrumentos a contactarlo al 52819348.
También destacó que está dispuesto a ofrecer una recompensa por la recuperación de sus instrumentos.
En las redes sociales, muchos usuarios coinciden en que es probable que los empleados de La Tropical hayan cometido el robo o que estén implicados en este lamentable acontecimiento.
“Qué vergüenza, robar a alguien que crea música, que nos hace bailar y entretenernos. Pero aún más vergonzoso es que haya ocurrido en el lugar donde se guardaba. Ojalá aparezca tu piano, hermano. ¡Saludos y bendiciones para ti!”, comentó un usuario.
Otra internauta destacó: “La verdad es que ya no hay respeto por las propiedades de las personas. Los ladrones no discriminan a quien le roban; les viene bien cualquier objeto. ¿A dónde hemos llegado, por Dios?!”
Una gran cantidad de ciudadanos considera inaceptable que se hayan robado todos esos instrumentos de un local resguardado y expresan su preocupación por la inseguridad que actualmente se vive en Cuba, donde la grave crisis económica agrava cada vez más este tipo de conductas.