Foto: RL Hevia
Después de suspender el servicio a nivel nacional a mediados de junio por falta de inventario, la estatal Unión Cuba Petróleo (CUPET) anunció que el 14 de agosto comenzó en Santiago de Cuba el proceso de recepción de gas licuado.
Se aclaró que a partir del 15 de agosto dará inicio la distribución de este recurso hacia los puntos de venta autorizados en toda la ciudad, y la programación de la distribución será publicada en su canal de Telegram.
En cuanto a los demás territorios que requieren «gas de balita» para la cocción de alimentos, la empresa aún no se ha pronunciado y no hay un estimado sobre el reinicio de la venta.
La última vez que un barco con GLP descargó en el país fue en mayo; aunque el gobierno había anunciado la entrada de otro para cubrir la demanda en verano, en julio se comunicó el cese total de la comercialización.
La dependencia de las importaciones convierte cada barco de GLP que llega al país en un alivio solo temporal, ya que la incapacidad del Estado para realizar los pagos correspondientes, debido a la crisis económica, mantiene a los consumidores en una situación de incertidumbre constante.
Un ejemplo de esto es que en las provincias de La Habana, Artemisa y Mayabeque solo se alcanzó un 66% de las ventas, cifras que se replican en otros territorios, lo que demuestra que gran parte de los clientes suscritos a este servicio no reciben gas licuado desde el último trimestre de 2024.
Las familias que no logran acceder al GLP recurren a alternativas como cocinar con leña o resistencias eléctricas, mientras el mercado negro establece precios en los que una balita llena puede superar los 25,000 CUP y un cilindro vacío alcanzar hasta 14,000 CUP.