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Un reciente estudio ha puesto de nuevo el foco en el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA), destacando su elevada tasa de pérdida de equipaje. El análisis, llevado a cabo por la empresa de envíos Arka, sitúa a este aeropuerto entre los que reportan más maletas extraviadas a nivel internacional.
De acuerdo con el informe, el MIA pierde 306 maletas por cada millón de vuelos, lo que se traduce en aproximadamente 5,5 maletas por cada mil pasajeros. Aunque este porcentaje pueda parecer reducido, el alto volumen de tráfico anual, que supera los 56 millones de personas, convierte esta cifra en un motivo de preocupación para miles de viajeros.
Junto al Aeropuerto de Miami, la lista de Arka incluye otras importantes terminales como O’Hare (Chicago), Changi (Singapur) y Denver. Todos ellos se destacaron por generar un considerable número de búsquedas en internet relacionadas con equipaje perdido y servicios de reclamación, uno de los indicadores que sustentaron el estudio.
Es importante destacar que la investigación no se basa en estadísticas oficiales ni proviene de organismos gubernamentales. El informe combina tendencias de búsqueda en línea con datos de tráfico aéreo, una metodología que refleja más las percepciones de los usuarios que informes formales o auditados.
El MIA, que actúa como un importante punto de conexión entre Estados Unidos, Latinoamérica y el Caribe, ha recibido críticas en años recientes por su rendimiento durante las temporadas altas. En 2023, fue mencionado en varios rankings como uno de los aeropuertos más problemáticos en términos de conexiones y puntualidad.
En la actualidad, se lleva a cabo una remodelación masiva valorada en 9.000 millones de dólares, que incluye la ampliación de terminales, la adición de nuevas puertas de embarque y mejoras estructurales. Sin embargo, persisten las quejas por el extravío de equipaje y las demoras en la atención a los pasajeros afectados.
En respuesta a esta situación, los expertos sugieren a los viajeros adoptar medidas de autoprotección: etiquetar adecuadamente el equipaje, evitar despachar artículos de valor y utilizar dispositivos de rastreo como localizadores Bluetooth. Estas prácticas, cada vez más habituales, pueden hacer una gran diferencia ante posibles fallos en el sistema aeroportuario.