Foto: Archivo CN360
La Oficina Nacional de Administración Tributaria (ONAT) ha emitido una severa advertencia, indicando que todas las formas de gestión no estatal deben operar con una Cuenta Bancaria Fiscal (CBF) y aceptar pagos mediante transferencia electrónica si desean mantenerse dentro del marco legal.
El organismo lo comunicó a través del medio estatal Tribuna de La Habana, después de detectar incumplimientos recurrentes. Muchos negocios que aún utilizan cuentas personales para sus transacciones económicas están incurriendo en violaciones fiscales, lo que ha resultado en sanciones específicas: multas, cierres temporales e investigaciones por presunta evasión fiscal.
“La evasión fiscal no es una opción, es un delito”, afirmaron funcionarios del organismo, quienes hicieron hincapié en que la bancarización de las actividades no estatales no solo tiene como fin ordenar las finanzas, sino también garantizar la transparencia y el control en la recaudación tributaria.
No obstante, esta exigencia ha provocado una ola de críticas entre emprendedores y ciudadanos, quienes aseguran enfrentar obstáculos sistémicos para cumplir con los requisitos. “El gobierno exige y exige, pero cuando implementen algo aseguren que funcione con eficiencia”, comentó un usuario en redes sociales, visiblemente frustrado por la lentitud del sistema bancario.
A esto se suma la falta de coordinación entre las entidades estatales. “La ONAT y el banco deben ponerse de acuerdo. Es imposible establecer un techo donde no hay paredes”, escribió una usuaria, refiriéndose a las limitaciones en la extracción de efectivo y los constantes problemas con la conectividad digital.
La ofensiva tributaria se produce en un momento en que el gobierno ha intensificado los controles sobre el sector privado, activando operativos nacionales con el apoyo del Ministerio del Interior. El objetivo oficial es frenar la evasión y formalizar una economía en la que la informalidad, la dolarización parcial y la falta de liquidez son ya parte del día a día.