Foto: RRSS
Texto: Fede Gayardo
En el municipio de Martí, Matanzas, comenzarán a operar cinco ómnibus Yutong importados de China, impulsados por biometano, un combustible que se genera a partir de los residuos de las granjas porcinas de la región occidental.
Este proyecto cuenta con financiamiento del PNUD y la Unión Europea, que aportan 33 millones de pesos, equivalentes a cinco millones de euros, y forma parte de la iniciativa “Acción Global para el Cambio Climático”, que es coordinada por el Ministerio de Economía y Planificación de la Isla.
Según los promotores del proyecto, la meta es convertir a Martí en un territorio “carbón neutro” aprovechando el gas producido por los biodigestores que están instalados en fincas locales.
Después de un proceso de refinación y compresión, el metano se utilizará para alimentar los motores de los nuevos ómnibus, los cuales conectarán los consejos populares más relevantes con los hospitales de Colón, Cárdenas y la ciudad de Matanzas.
Por otra parte, las autoridades han informado que se han asfaltado más de 13 kilómetros de carretera, lo que ha permitido atender 17 planteamientos incluidos en el plan económico municipal.
En declaraciones a la prensa estatal, el intendente de la provincia, Geovanny Castanedo, elogió la iniciativa, mientras que la coordinadora del proyecto, Sobeida Reyes, destacó que “esto representa soberanía energética”.
A pesar de que los directivos celebran esta innovación como un avance hacia la “sostenibilidad energética”, las redes sociales han estallado en críticas que reflejan las frustraciones del ciudadano cubano en relación al transporte y las prioridades del país.
Algunos internautas cuestionaron: “¿y por qué no se garantiza gas para cocinar primero?”, mientras que otros afirmaron que, eventualmente, los autobuses serán alquilados a precios inalcanzables para aquellos que dependen de un salario estatal.
Las preguntas técnicas también han surgido. “¿Quién garantiza el metano?”; “¿qué sucederá si la planta falla al igual que la bioeléctrica de Ciro Redondo?”; “¿por qué se elige Martí y no la ciudad de Matanzas?”, fueron algunas de las inquietudes expresadas por los usuarios en las redes sociales.
Esta experiencia con los ómnibus propulsados por biometano será, sin duda, un termómetro para evaluar una vez más la eficiencia de las autoridades cubanas en su intento de llevar a la Isla a un nivel de sostenibilidad conforme a estándares internacionales.