Mientras otros sectores solicitan apoyo, Tabacuba otorga vehículos Mercedes-Benz a seis de sus agricultores.

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Foto: Tabacuba

En un evento organizado por la empresa estatal Tabacuba este martes, seis vegueros cubanos recibieron vehículos Mercedes-Benz como parte de una estrategia para “incentivar la producción tabacalera”.

Varios medios independientes han señalado que, lejos de ser un regalo, los productores deben pagar por los vehículos en moneda libremente convertible (MLC), lo que ha generado dudas sobre la verdadera naturaleza del “estímulo”.

El anuncio, incluido en un breve comunicado, omite información clave: no se mencionan los nombres de los beneficiarios ni las regiones de origen. Además, no se detalla el precio de los vehículos ni las condiciones específicas de la transacción. Según los productores consultados, se apunta hacia áreas tradicionalmente productivas como Pinar del Río, donde el trato ya habría sido propuesto a más de 300 vegueros.

De acuerdo a testimonios recogidos por el medio independiente 14ymedio, la empresa estatal adquirió los autos en dólares y los vende a los agricultores al tipo de cambio oficial de un MLC por cada dólar, a pesar de que en el mercado informal, esa moneda tiene un valor considerablemente inferior al del dólar estadounidense.

Este esquema ha sido calificado por los productores como un “trueque disfrazado”. Aunque en apariencia beneficia a los agricultores al permitirles obtener vehículos de lujo a un costo más accesible, en realidad perpetúa el uso de una moneda devaluada que ellos mismos generan a través de exportaciones millonarias.

Tabacuba, por su parte, justifica la operación afirmando que se encarga de la compra e importación de los vehículos, un proceso que sería inaccesible para personas naturales. Además, ofrece un descuento del 5% en los impuestos de importación y un incentivo adicional en moneda nacional para aquellos que superen sus planes de producción.

Sin embargo, no todos los productores pueden calificar. Solo aquellos que poseen más de dos hectáreas de tabaco de sol en palo y tienen resultados destacados pueden acceder al trato. Esto ha generado descontento entre campesinos que, a pesar de trabajar bajo condiciones difíciles, no logran cumplir con los estándares exigidos.

La entrega de los autos ha suscitado reacciones diversas. Mientras algunos lo ven como un signo de modernización agrícola, otros lo critican como un privilegio elitista en un país donde la mayoría de los trabajadores del estado carece de incentivos similares.

El trasfondo de esta situación revela una práctica común en Cuba: el disfraz de estímulo en el que el beneficiado termina pagando por su propia recompensa.

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