Texto: Hugo León
Fotos: RRSS
En estos días, no es raro encontrarse en redes sociales con imágenes de instalaciones cubanas en ruinas, vestigios de lo que una vez fueron, en su época de esplendor. Fotografías de diversos lugares que durante años formaron parte de la vida de miles de cubanos, quienes hoy, ya sea desde dentro o fuera de Cuba, miran con cierta melancolía y tristeza lo que fue y ya no es.
Entre estas estructuras que en su momento estaban llenas de vida, los Institutos Preuniversitarios en el Campo (IPUEC) destacan. Aunque fueron objeto de críticas, ocupan un lugar especial en el corazón de aquellos que vivieron sus mejores momentos de adolescencia entre literas, latas de leche condensada, surcos y mosquitos.
Cientos de miles de cubanos estudiaron en esas escuelas a lo largo de las décadas, pero hoy duele ver lo que queda de ellas.
¿Qué fueron los IPUEC en Cuba?
Los IPUEC, conocidos como “pre en el campo”, nacieron a principios de los años 70 como parte de una iniciativa educativa que combinaba el estudio con el trabajo agrícola.
La propuesta era que los estudiantes de 10mo a 12vo grado apoyaran las tareas productivas de la revolución mientras recibían la formación académica. Para muchos, fue una idea brillante, pero para otros, el costo de transporte y mantenimiento de estas escuelas alejadas de las ciudades se convirtió en un lastre.
No obstante, nadie cuestionó los «pre en el campo» durante años, incluso después de la muerte de Fidel, quien había sido su principal promotor.
El objetivo era formar al “hombre nuevo”, y algunos de los centros más emblemáticos se establecieron en municipios como Güines, Melena del Sur, Caimito y Güira de Melena, en la antigua provincia de La Habana.
Todas las escuelas tenían un diseño similar, en forma de H, con una amplia plaza junto al pasillo central y espacios circundantes para jardines, parqueo y canchas de baloncesto.
Días en estas instituciones se resumían en gimnasia matutina, una sesión de clases, trabajo, autoestudio, autoservicio y recreación.
Según los informes de la época, en los años 80 había más de 400 escuelas secundarias básicas en el campo y 141 IPUEC, que albergaron a más de medio millón de estudiantes.
Sin embargo, en los años 90, durante el Período Especial, lo que comenzó como un gran sueño socialista se fue deteriorando debido a la crisis económica del país.
A pesar de las carencias, en 2010, los IPUEC ainda albergaban al 70% de la matrícula de estudiantes de preuniversitario en el país.
Este panorama cambió poco después, ya que a partir de los Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido Comunista de Cuba (2011), se decidió la eliminación de las escuelas en el campo por ser consideradas ineficientes.
¿Qué pasó con las escuelas en el campo?
Con la eliminación del modelo de internamiento en el preuniversitario, muchas de estas instituciones quedaron desatendidas y se deterioraron rápidamente. Donde antes había espacios de recreo y parqueo, hoy crecen hierbas y se observan edificios saqueados y semi-derruidos, convirtiéndose en escenarios que parecen de películas de terror.
Los que tuvieron más suerte fueron transformados en viviendas o convertidos en pequeñas fábricas de alimentos.
El impacto de esta etapa fue tan profundo que exalumnos de estas escuelas, incluso aquellos que residen actualmente en el exterior, regresan a la Isla para visitar el lugar que fue su hogar durante tres o más años, donde enfrentaron dificultades y aprendieron a ser independientes.
En las escuelas del campo en Cuba, el gobierno aspiraba a forjar al hombre nuevo, pero este último no emergió del surco, sino del Internet, como se evidenció posteriormente.
Hoy, de aquella época solo perduran recuerdos, marabú donde antes había alumnos, escombros donde hubo sillas, ruinas donde existieron literas y silencio donde habitaron miles de sueños.