Foto: Cuba Noticias 360
En medio de una de las mayores crisis eléctrica que atraviesa Cuba, la patana turca SuheylaSultan, situada en la Bahía de La Habana, ha decidido desconectarse del Sistema Eléctrico Nacional por “razones comerciales”.
Aunque la Unión Eléctrica no ha especificado el significado de dicha frase, se puede suponer que se debe a la falta de pago por parte del gobierno cubano, el incumplimiento de los contratos establecidos o la gran inestabilidad en la entrega de combustibles necesarios para su funcionamiento.
En el momento de su salida de la Isla, la conocida como la patana de Melones estaba aportando al país alrededor de 240MW en su máxima capacidad. Desde el gobierno indicaron que “se están tomando acciones para que dicha desconexión no incremente los niveles de afectación de estos días”.
A pesar de la reentrada al SEN de la termoeléctrica Antonio Guiteras y la unidad 4 de Energás Varadero, que habían estado fuera de funcionamiento por reparaciones, la salida de la mayor patana en la Isla vuelve a complicar la situación energética.
Actualmente, permanece en el país la patana turca de Regla, que con sus ocho motores aporta apenas 68 MW y generalmente se encuentra inactiva por falta de combustible, aunque este sábado logró arrancar en el puerto de la capital.
Antes, el estatal Granma mencionaba “como un riesgo latente, la posibilidad del retiro de las patanas, que equivalen a unos 400 MW, ante las dificultades para cumplir con sus compromisos monetarios, a pesar de que se espera la llegada de un barco con lubricantes para ellas”.
En julio pasado, el titular de Energía y Minas confirmó que “en el país hemos llegado a tener hasta ocho patanas y se han retirado cinco. Con los escasos recursos financieros se han realizado pagos mínimos para mantener las patanas generando durante julio y agosto”, aspectos que, evidentemente, no se han cumplido.