Foto: Cuba Noticias 360
Esta semana, la distribución del pan de la canasta básica en la provincia de Villa Clara se ha limitado exclusivamente a menores de edad, sin que se haya emitido una comunicación oficial al respecto. Esta medida tomó por sorpresa a la población, que llegó a las bodegas como de costumbre y se encontró con la negativa de entrega a los adultos.
Ningún medio estatal cubano anticipó esta decisión. Hasta la fecha, no se ha publicado una nota aclaratoria por parte de la Empresa Productora de Alimentos o del Comercio Provincial. La falta de información oficial ha generado incertidumbre entre los consumidores y alimenta el malestar social en medio de una situación económica crítica.
El pan es un componente esencial en la alimentación diaria de miles de familias cubanas, especialmente de aquellas que viven en condiciones de vulnerabilidad económica. Para muchos, este producto no es solo un acompañamiento, sino el plato principal. Su restricción representa un impacto directo en la dieta básica de una parte significativa de la población.
Según testimonios recogidos en los barrios de Santa Clara por medios no estatales, la noticia comenzó a circular de forma informal desde las primeras horas del lunes. Los propios bodegueros confirmaban a los vecinos que el pan estaría destinado únicamente a los niños, aunque no ofrecían más detalles.
Aunque las autoridades no han explicado el motivo de esta medida, se presume que la principal causa es la escasez de harina de trigo, un problema que ha afectado de manera recurrente la producción de pan normado durante el primer semestre de 2025. La falta de materias primas y las limitaciones en la industria molinera continúan impactando negativamente en la cadena de abastecimiento.
Como resultado, el mercado informal ha vuelto a llenar el vacío que deja el sistema estatal. En las calles de Villa Clara, por ejemplo, un pan de caña puede encontrarse por un precio mínimo de $120.00 CUP, mientras que un pan tipo BON (pequeño y de masa suave) cuesta alrededor de $40.00 CUP. Estas tarifas elevadas son difíciles de asumir para muchas familias de manera constante.
