Foto: NBC
Luis Manuel Rodríguez Toledo, originario de La Habana, fue condenado a principios de esta semana a tres penas de cadena perpetua por el asesinato de Lázaro Marrero y Michelle Irias, un crimen ocurrido en noviembre de 2022 en Davie, condado de Broward, Florida. La decisión fue tomada por el juez de circuito Frank David Ledee, tras el veredicto de culpabilidad emitido por un jurado popular en julio pasado.
El incidente, que conmovió a la comunidad local, tuvo lugar el 6 de noviembre de 2022, cuando Rodríguez ingresó armado en una casa rodante situada en el Driftwood Acres Mobile Home Park. En ese momento se encontraban Marrero, su exsuegro; su pareja, Michelle Irias; y otra mujer que resultó gravemente herida. Según el informe policial, Marrero intentó proteger a su familia cuando Rodríguez comenzó a disparar.
Los agentes encontraron a Marrero sin vida en el porche de la vivienda. Michelle Irias fue declarada muerta por los bomberos en el lugar. La tercera víctima, con heridas de bala, fue trasladada en estado crítico al Memorial Regional Hospital, donde logró sobrevivir. Testigos citados por la policía informaron que Rodríguez actuó con una violencia extrema, motivado por conflictos personales.
El atacante fue arrestado poco después por la policía de Davie. En el momento de su detención, y debido a su comportamiento autodestructivo, los oficiales tuvieron que utilizar una pistola eléctrica Taser para inmovilizarlo. Ya bajo custodia, Rodríguez confesó su culpabilidad: «Simplemente perdí el control… Estaba muy enojado con su familia y simplemente perdí la cabeza», declaró desde un coche patrulla.
Durante los interrogatorios posteriores, el acusado reveló que se encontraba bajo tratamiento psiquiátrico y había estado sin dormir durante días. Mostró remordimientos y volvió a admitir los hechos mientras permanecía esposado en el Hospital Universitario HCA de Florida.
El proceso judicial avanzó a través de audiencias y aplazamientos. Los fiscales presentaron los cargos apenas dos días después del crimen: asesinato en primer grado con arma de fuego (dos cargos), intento de asesinato en primer grado y dos cargos de agresión con agravantes. El juicio se llevó a cabo en 2024, concluyendo el 18 de julio con un veredicto unánime de culpabilidad.
Familiares de las víctimas compartieron durante el juicio el impacto devastador del crimen. Kelly Luna, cercana a los afectados, relató conmovida el dolor físico y emocional que han vivido desde aquel día. La madre de Michelle, Sorayda Janania, expresó su gratitud tras la sentencia: «Ella era una chica dulce. Gracias a Dios obtuvimos justicia».
