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Verania Sánchez llegó al aeropuerto de Punta Cana con el corazón acelerado. No traía maletas repletas de souvenirs ni planes de excursiones. Su propósito era mucho más preciado: su hijo. “Sentí ganas de llorar, pero luego pensé que no, que no se puede llorar, porque son momentos de alegría”, compartió con Telemundo 51. Al igual que ella, miles de cubanos han elegido a República Dominicana como escenario para reencuentros que se han vuelto cada vez más complejos en la Isla.
Durante el primer semestre de 2025, más de 43,000 viajeros con pasaporte cubano han llegado a suelo dominicano. La mayoría no lo hace por turismo, sino para reencontrarse. Este fenómeno ha pasado de ser una alternativa logística a convertirse en una vía emocional. En una Cuba donde regresar a casa se ha vuelto costoso, lento y complicado por trámites, Dominicana ofrece una puerta más accesible.
A diferencia de lo que indican los discursos oficiales, los datos son claros. Solo en junio, más de 19,500 residentes en Cuba visitaron el país vecino, cifra que supera todos los registros de ese mes en años anteriores. La tendencia sugiere que 2025 será el mejor año en recepción de turistas cubanos. Las razones trascienden el ocio: aquí se entrelazan la nostalgia, la necesidad de conexión y la oportunidad real de llevarlo a cabo.
En la otra orilla, Cuba atraviesa una crisis. De enero a junio, la Isla recibió un 25% menos de turistas en comparación con el mismo periodo de 2024. Esto representa 319,654 visitantes menos. La situación interna, marcada por apagones, escasez y el deterioro de servicios, ha desalentado incluso a los propios emigrantes, quienes antes solían regresar para visitar a sus familias. Ahora, prefieren hacerlo en un entorno más eficiente y sin obstáculos.
Las agencias de viajes han sabido entender este contexto. Risa Travel y Yes Travel, entre otras, ofrecen paquetes completos para cubanos residentes en la Isla: visado exprés en el consulado dominicano en La Habana, vuelo directo y estancia todo incluido. El costo ronda los 2,000 dólares por persona, una suma considerable que no todos pueden permitirse, pero que muchas familias ven como una inversión en un reencuentro que supera cualquier cifra.
La política turística dominicana no ha sido arbitraria. En 2023, Jacqueline Mora, viceministra de Turismo, explicó que su gobierno había desarrollado una estrategia para facilitar los reencuentros entre cubanos y sus familiares en el extranjero. “No es solo por turismo, es un tema de humanidad”, aseguró. Esta visión ha convertido al país en un punto de unión para quienes quedaron atrapados entre dos costas.
En Punta Cana, La Romana o Puerto Plata, los abrazos que se han visto interrumpidos durante décadas encuentran su momento. Y aunque sea por una semana, los cubanos vuelven a vivir algo fundamental: estar juntos, sin miedo, sin apagones, sin restricciones y sin tantos permisos.