Autor: Hugo León
Fotografía: RL Hevia
Este martes, el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana, el principal punto de entrada y salida del país, experimentó un apagón general que dejó inactivas varias de sus terminales, causando retrasos y cancelaciones en numerosos vuelos tanto nacionales como internacionales.
De acuerdo con los testimonios de pasajeros en redes sociales, los sistemas de atención al cliente, facturación y chequeo de equipaje quedaron fuera de servicio durante horas, lo que obligó a implementar procedimientos manuales. “Una vez lo cogí y hicieron el check-in a mano, desde las 8 hasta casi la 1. Una falta de respeto, pero sigo yendo por mi familia y amistades”, compartió un usuario en Facebook.
A pesar de que la instalación cuenta con generadores de emergencia, estos no se activaron tras el corte eléctrico, lo que empeoró la situación: las pantallas informativas dejaron de funcionar, las luces de emergencia no se encendieron y la visibilidad en algunas áreas fue mínima. Varios pasajeros informaron sobre escenas caóticas, con filas interminables y personal intentando coordinar manualmente el flujo de viajeros.
No es la primera vez que el José Martí enfrenta un apagón. Los usuarios recuerdan incidentes similares en años recientes. “Hace un año viví lo mismo y ni luces de emergencia tenían”, comentó un viajero. Otros expresaron su descontento por la falta de previsión, que se repite sin una solución a la vista. “Yo no vuelvo más. Allí no se puede estar… es una pena porque Cuba es un país maravilloso”, destacó otro turista.
Este incidente ocurre en el contexto de una crisis electroenergética que afecta a toda Cuba. Los cortes de electricidad afectan tanto a la población como a servicios esenciales. A pesar de los constantes anuncios del gobierno sobre inversiones y reparaciones en las plantas termoeléctricas, los apagones siguen siendo una constante en la vida cotidiana.
Sin embargo, la situación en el aeropuerto ha generado especial preocupación, dado que esta instalación es considerada crítica para la economía nacional y para el turismo, uno de los pocos sectores que aporta divisas frescas al país.