Contenedores habitacionales se implementarán en Las Tunas como una “solución creativa” al problema de la falta de vivienda.

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Foto: Comunicador Conalsa | Facebook

En Las Tunas, más de 10 mil familias habitan en casas de tabla con pisos de tierra. Frente a esta situación, el Gobierno cubano ha dado a conocer un nuevo plan: transformar contenedores marítimos en viviendas. Según las autoridades, esta iniciativa busca aliviar la crisis habitacional que afecta a la provincia desde hace décadas.

Los primeros módulos habitacionales se colocarán en áreas “microlocalizadas” de Manatí, Puerto Padre, Jesús Menéndez, Majibacoa y la capital tunera, conforme lo estima el diario Granma. Se construirán casas de tipología 3, que ofrecerán espacios básicos para la vida familiar, así como un pequeño terreno que permitirá futuras ampliaciones.

En este contexto, Héctor Rodríguez Espinosa, director provincial de Vivienda, detalló que se emplearán 46 contenedores: 18 destinados a trabajadores de la Empresa Eléctrica y 28 asignados por los Consejos Populares. Estas estructuras estarán elevadas sobre pilotes de hormigón para evitar la humedad, y contarán con recubrimientos antitérmicos y techos adicionales para mejorar la ventilación.

Cada unidad tendrá un tamaño que oscila entre 32 y 70 metros cuadrados, incluyendo cocina, baño, comedor y dormitorios adecuados al número de habitantes. Además, se entregará una parcela de 150 metros cuadrados, diseñada para que el beneficiario pueda ampliar la vivienda si así lo desea y cuenta con los recursos necesarios.

Sin embargo, el calor representa un desafío. En un país con temperaturas promedio cercanas a los 30 °C y máximas que superan los 35 °C, un contenedor sin un adecuado aislamiento puede experimentar temperaturas extremas en su interior. La falta de ventilación o climatización adecuada incrementa el riesgo de golpes de calor y problemas respiratorios, especialmente en personas vulnerables.

Las autoridades garantizan que los materiales aislantes y los techos separados mitigarán ese riesgo. Sin embargo, experiencias internacionales sugieren que este tipo de construcciones requiere inversiones significativas en aislamiento para asegurar el confort, lo que aumenta los costos de construcción y se contradice con el objetivo oficial de “abaratar costos”.

Esta decisión se toma en un contexto de incumplimientos crónicos en los planes nacionales de vivienda. A pesar de que el Gobierno atribuye la escasez a factores externos, como el embargo de Estados Unidos o el aumento en el precio de insumos, el deterioro del parque habitacional continúa, mientras miles de cubanos viven en albergues temporales o en edificaciones apuntaladas.

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