Foto: RL Hevia
Pistas en mal estado, insalubridad y servicios deficientes son algunas de las características que actualmente identifican a los aeropuertos cubanos, reconocidas incluso en las recientes sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular por el sistema empresarial de la aviación.
El medio estatal Granma reportó que «los servicios básicos surgieron como otro punto crítico» con problemas recurrentes como la falta de agua, baños sin papel higiénico y equipos obsoletos, así como la inestabilidad del servicio de internet, «entre otros factores negativos».
La cuestión sanitaria no es nueva. Hace apenas cuatro años, un proceso de inversión en el principal aeropuerto del país, el «José Martí» de La Habana, se encargó de remodelar de manera integral todos los baños de la instalación a través de mantenimientos programados «para mantener la calidad» que, a nuestro juicio, todavía no se ha alcanzado.
El informe también destacó que el deterioro de las pistas en terminales nacionales como las de Granma, Guantánamo o Las Tunas obligó al cierre temporal o a la restricción de vuelos de corto alcance.
Sin embargo, estas dificultades señaladas por los diputados contradicen las afirmaciones del presidente de la Corporación de la Aviación, quien había declarado previamente que, como parte de los procesos de inversión del programa de desarrollo de la aviación hasta 2030, «las pistas de aterrizaje de casi todas las terminales, incluida la nacional de Isla de la Juventud, fueron mejoradas con el objetivo de elevar aún más las condiciones de seguridad para sus operaciones».
Por otro lado, en la Asamblea Nacional se indicó que las salas VIP, especialmente las del Aeropuerto Internacional José Martí, fueron objeto de críticas por desabastecimiento y falta de limpieza, contradiciendo la imagen de confort que deberían ofrecer en cualquier horario, y no solo en los momentos de mayor afluencia.
Asimismo, mencionaron que entre los problemas más preocupantes se encuentran las demoras en los procesos migratorios y aduaneros, «a pesar de que los registros oficiales indican una reducción del tiempo de espera a 45 minutos».
Ante estas nuevas críticas, una vez más se comprometieron a «acelerar la reparación de las pistas, diversificar la oferta comercial y continuar reduciendo el tiempo de permanencia de los pasajeros en los aeropuertos».