La tasa de mortalidad infantil en Cuba alcanza 8.2, la más alta en casi tres décadas.

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Texto: Hugo León

Foto: Archivo CN360

Al finalizar el primer semestre del año, Cuba reportó una tasa de mortalidad infantil de 8.2 por cada mil nacidos vivos, la cifra más alta desde 1996, cuando este indicador se situó en 7.9.

José Angel Portal Miranda, ministro de Salud Pública, presentó esta información a los diputados de la Comisión de Salud y Deporte de la Asamblea Nacional del Poder Popular, reconociendo que en la Isla el programa materno-infantil muestra un retroceso.

Hasta el 12 de julio, se registraron 28 mil 400 nacidos vivos, 6 mil 738 menos que en el mismo período del año anterior, con 234 defunciones infantiles (26 menos), mientras que la tasa de mortalidad infantil aumentó en 0.8 en comparación al mismo periodo de 2024, cuando se llegó a 7.4.

Solo 6 provincias mantienen tasas por debajo de 7: Sancti Spíritus (1.9), Cienfuegos (3.7), Pinar del Río (4.3), Matanzas (4.2), Artemisa (5) y Las Tunas (5.7).

De acuerdo con cifras oficiales publicadas por la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI), la mortalidad infantil en el país era de 4.0 en 2017; desde 2019, este indicador ha ido en aumento, alcanzando 5.0 ese año, 4.9 en 2020, 7.6 en 2021, 7.5 en 2022 y 7.1 en 2023.

Con respecto a la mortalidad materna, esta aumentó a 56.3 frente a 37.4, con 16 defunciones reportadas. Solo 8 territorios mantienen una tasa cero y 7 provincias reportan muertes maternas, destacando Guantánamo (3), Mayabeque (1), Holguín (3), Santiago de Cuba (3), Granma (2), Las Tunas (1), Pinar del Río (1) y La Habana (2) como las más afectadas.

Tomarle el pulso a la Salud

Portal Miranda afirmó que “ha sido imposible lograr los resultados esperados en los asuntos más sensibles que afectan a nuestro pueblo” y reconoció que “persisten insatisfacciones legítimas en la población relacionadas con la prestación de servicios, que no hemos podido solucionar”.

El ministro indicó que existen problemas tanto objetivos como subjetivos en las instituciones de salud que requieren atención constante.

Entre las limitaciones actuales, mencionó la preparación de jóvenes cuadros que asumieron responsabilidades tras la COVID-19, el éxodo de profesionales, fallas en la organización de servicios, como demoras en tratamientos quirúrgicos, y actitudes contrarias a la ética, así como la venta ilegal de servicios en algunas instituciones.

Aseguró que en la atención primaria, la cobertura médica en los consultorios del médico y enfermero de la familia es del 97.7% y 96.5%, mientras que el 95% de los servicios policlínicos están operativos, y los grupos básicos de trabajo tienen un complemento del 90%.

Destacó que las medidas salariales implementadas benefician al 72% de los trabajadores del sector, contribuyendo a una reducción de las bajas laborales del 25%.

No obstante, en áreas críticas como operativos y servicios, la disminución de personal ha dificultado el funcionamiento de las instituciones hospitalarias, según lo señalado por Portal Miranda.

El ministro aseguró que la actividad quirúrgica mantiene indicadores cualitativos, con 27 mil 313 operaciones realizadas; además, el programa de hemodiálisis ha reforzado su capacidad, atendiendo a 3 mil 268 pacientes.

En geriatría, comentó que se ampliaron las áreas de salud con equipos multidisciplinarios, alcanzando un 68.8% de cobertura, y se inauguraron nuevos servicios en Pinar del Río y Bayamo, sumando 55 servicios y mil 107 camas en el país.

De acuerdo con el ministro de Salud, en el contexto actual, es crucial fortalecer la higiene, la epidemiología y la microbiología, especialmente en el verano. Señaló que, a pesar de las limitaciones de recursos y los desafíos ambientales, se logró controlar la situación sanitaria en el primer semestre del año.

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