Foto: Boris Luis Cabrera | Facebook
Luego de una primera mitad del año repleta de noticias, debates y controversias en el béisbol cubano, con la III Liga Élite y el anuncio del mánager del equipo Cuba acaparando titulares, los meses de junio y julio trajeron no solo una aparente calma, sino también la celebración de la VIII Serie Nacional Sub-23, caracterizada por menor alboroto mediático.
Este torneo, que se instauró hace más de diez años con el fin de entrenar a los nuevos talentos, ha enfrentado dificultades en su organización en las ediciones más recientes, afectado por la crisis económica que impacta al país y que no deja fuera al deporte.
A dos años de la última edición, la Comisión Nacional finalmente logró llevar a cabo la nueva versión, que se encuentra a punto de llegar a su etapa final. Tras una sólida fase clasificatoria, los equipos de La Habana, Villa Clara, Camagüey y Granma se alzaron con sus respectivos grupos y con ello aseguraron su lugar en las semifinales.
En la jornada anterior, los Leones capitalinos lograron su pase a la lucha por el título al vencer por segundo partido seguido a los Leopardos del Centro en una serie al mejor de tres juegos por el banderín de Occidente.
En un estadio Latinoamericano casi vacío, los jugadores dirigidos por Saúl Ballester celebraron su regreso a la contienda por el título que La Habana ya conquistó una vez en la segunda edición celebrada en 2015, privando de este modo a la novena villaclareña de conservar el cetro que obtuvieron en la pasada Serie de 2022 frente a Santiago de Cuba.
Por otro lado, los Alazanes granmenses aprovecharon su condición de locales en el Mártires de Barbados y lograron derrotar 3-1 a los Toros agramontinos en el inicio de la otra semifinal. Si logran repetir su éxito este viernes, en un partido programado para las 2:00 pm, asegurarán su lugar para enfrentarse a los capitalinos.
Independientemente del desenlace de este playoff oriental, la disputa por el trono nacional dará inicio en La Habana, puesto que el equipo azul logró el mejor balance de victorias y derrotas del campeonato en la fase regular. Los habaneros acumularon 14 triunfos en 18 desafíos, superando a Granma y Camagüey, que lograron 11 y 10 victorias, respectivamente, en igual número de juegos.