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Las autoridades cubanas han detenido a cinco miembros de una banda criminal dedicada al asalto de viviendas y negocios privados en las provincias de La Habana y Pinar del Río. Utilizando armas de fuego y pasamontañas, estos individuos cometían robos violentos.
El perfil de Facebook «De Pinar Soy», asociado al Ministerio del Interior (MININT), informó que los implicados están bajo investigación en el centro de operaciones de 100 y Aldabó, en La Habana.
A pesar de que no se han publicado las fechas precisas de los arrestos, el informe indica que los detenidos entraban en propiedades habitadas, amordazaban a las víctimas y robaban dinero y objetos valiosos, actuando de manera organizada y violenta.
Uno de los supuestos delincuentes ha sido identificado como Ángel, originario de Pinar del Río y residente en La Habana. Los otros cuatro, cuyos nombres no han sido revelados, son de la capital. Imágenes captadas por cámaras de seguridad muestran a los sospechosos encapuchados dentro de un inmueble durante uno de los atracos.
Hasta el momento, no se ha proporcionado información oficial sobre el caso, lo que pone de relieve la escasa cobertura que reciben estos eventos en los medios estatales. La población continúa informándose a través de redes sociales y perfiles relacionados con instituciones militares y gubernamentales, en medio de un clima de creciente desconfianza e inseguridad ciudadana.
Esta nueva situación se inscribe en un contexto de creciente preocupación por el aumento de la violencia armada en la isla. En junio de 2024, el coronel Eddy Sierra Arias, jefe de la Policía Nacional Revolucionaria, manifestó su inquietud al respecto.
El funcionario del MININT reconoció públicamente que el uso de armas de fuego, tanto industriales como artesanales, ha aumentado de manera alarmante, y lo atribuyó al tráfico ilegal, el deterioro de los valores sociales y la crisis económica que enfrenta el país.
Según datos del Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana, en 2024 se registraron más de 1300 delitos de alto impacto en Cuba, más del doble que en 2023, aunque las cifras oficiales siguen siendo poco transparentes.
Los casos de violencia también se han extendido por todas las provincias, y este año algunos incidentes han tenido repercusiones significativas en redes sociales, como el asesinato de un custodio en Camagüey durante un robo en un almacén de alimentos, el asalto a mano armada a un mensajero en La Habana, o la detención de individuos con escopetas caseras en Matanzas.
En respuesta al aumento de estos delitos, el gobierno aprobó en marzo de este año un decreto ley que refuerza el control sobre armas, municiones y accesorios, alineándose con tratados internacionales sobre desarme y control de armamento.
La normativa busca detener la fabricación casera y el tráfico interno de armas, así como endurecer las penas por tenencia ilegal, que pueden superar los ocho años de prisión cuando se combinan con violencia o reincidencia.