Foto: Archivo CN360
La compañía mixta MCV Comercial S.A., uno de los principales distribuidores de automóviles en Cuba, ha implementado una medida que ha generado malestar entre los consumidores: a partir del catálogo 2025, todos los vehículos, incluyendo los de la marca Mercedes-Benz, se venderán únicamente en euros.
Esta decisión fue confirmada a través del sitio web de la entidad, donde se publicaron los precios actualizados al 8 de mayo.
Fundada en 1995 y respaldada por el Ministerio del Transporte, MCV Comercial se presenta como el distribuidor autorizado de Daimler AG en la isla. Además de ofrecer autos de lujo, también comercializa ómnibus, camiones y motores industriales, en colaboración con firmas reconocidas como ZF, VOITH y HIMOINSA. No obstante, su reciente política de precios ha puesto en duda su compromiso con el desarrollo accesible del sector automotor en Cuba.
El catálogo actualizado abarca desde modelos eléctricos asequibles hasta lujosos vehículos Mercedes-Benz. El modelo más económico es el XIAOMA Mini Eléctrico, con una autonomía de hasta 170 km y un precio de 10,000 euros. Le siguen el Glory 330 S M3 MT (14,735 euros) y el SUV Glory 500 M3 CVT (17,972 euros). Estos precios, en una economía dolarizada de facto y con salarios bajos, resultan inalcanzables para la mayoría de los cubanos.
Entre los modelos de alta gama sobresalen el Mercedes-Benz Clase E 200, cuyo valor es de 58,232 euros sin impuestos y 72,790 euros incluyendo el impuesto especial. El GLC 200 4MATIC Coupé tiene un precio de 70,614 euros ya gravado, mientras que el BJ 60 Exclusive, un SUV de siete plazas, alcanza los 67,400 euros con impuestos incluidos.
Lo que más preocupa a los consumidores no es solo el precio en sí, sino el uso exclusivo de una moneda extranjera que fluctúa y que no se corresponde con el poder adquisitivo en la isla. “Fijar los precios en euros es otra barrera. Hoy están altos, mañana quién sabe”, comenta un internauta.
Hasta la fecha, la empresa no ha proporcionado una explicación oficial sobre las razones detrás de esta modificación. Tampoco se ha manifestado sobre posibles mecanismos de adaptación para los clientes que solo cuentan con dólares u otras divisas. La falta de claridad alimenta la percepción de que este cambio es una estrategia más para proteger sus ingresos, sin tener en cuenta el contexto económico nacional.