Texto: Hugo León
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Frente al llamado de la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) de la Facultad de Matemáticas y Comunicación a un paro docente a partir de hoy, 4 de junio de 2025, debido a la insatisfacción con las medidas sobre telecomunicaciones, la Universidad de La Habana ha dejado en claro su postura: se alinea con el Partido Comunista de Cuba.
«La Universidad de La Habana no abdica en su esencia revolucionaria y en su misión de respaldar al Partido Comunista de Cuba y al Gobierno para promover la unidad del pueblo y la estabilidad de la nación», sostuvieron en una nota informativa publicada en su perfil de Facebook.
Agregaron que nada ni nadie interrumpirá los procesos docentes «con convocatorias totalmente alejadas del espíritu que ha caracterizado los intercambios con las organizaciones estudiantiles y juveniles.»
La Casa de Altos Estudios manifestó que desde el 30 de mayo la dirección universitaria ha estado en constante diálogo con estudiantes y trabajadores sobre insatisfacciones y propuestas a presentar a la empresa.
En este proceso, destacaron, la participación activa del Partido, la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y el Sindicato ha sido fundamental.
Afirmaron que en las reuniones llevadas a cabo, abiertas a la comunidad y en un ambiente propicio para el intercambio de ideas diversas, se ha complementado la perspectiva del ciudadano con la del profesional cuyo conocimiento aporta al tema tratado.
«Si los estudiantes desean detener las actividades docentes porque quieren participación en la modificación de políticas y tarifas que les afectan, el papel es acompañar», comentó un internauta en la publicación.
Esta respuesta de la UH era predecible considerando que la rectora de la institución, Miriam Nicado, fue miembro del Buró Político desde 2016 hasta 2021 y es miembro del Comité Central del Partido desde 2016.
En un país donde la política atraviesa todos los procesos, Nicado se vio ante la disyuntiva de respaldar a su estudiantado o cumplir obedientemente con lo que ordena el Partido.
Lo que sí resulta contradictorio es que la rectora de la Universidad de La Habana es diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular desde 2013, cargo desde el cual debería responder no solo a las demandas de sus alumnos, sino también a las de sus electores.
