Texto: Mónica Fernández
“Un cambio en la política hacia Cuba no es actualmente una de las prioridades del presidente Biden, pero estamos comprometidos a hacer de los derechos humanos un pilar fundamental de la política estadounidense. Asimismo, estamos decididos a revisar detenidamente las decisiones tomadas por la Administración previa, incluyendo la designación de Cuba como Estado Patrocinador del Terrorismo”. Estas fueron las declaraciones realizadas hoy por la Secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki.
No hay novedades bajo el sol. Desde la asunción del presidente Joe Biden, ha habido mucha especulación sobre su postura hacia Cuba. El Cuba Study Group elaboró un detallado documento con recomendaciones a la Administración para reiniciar el acercamiento entre Estados Unidos y Cuba. A principios de este mes, setenta y nueve congresistas demócratas enviaron una carta al presidente, instándole a revertir las políticas hacia Cuba, implementadas durante la presidencia de Trump.
Sin embargo, además de que es evidente que el presidente Biden tiene asuntos más urgentes en su agenda, es importante considerar que el Senador Robert (Bob) Menéndez es el nuevo presidente del Comité de Relaciones Exteriores del Senado. En una entrevista reciente con Politico, Menéndez manifestó su frustración con la Administración Obama por “simplemente notificar al Congreso sus decisiones en lugar de consultar con los legisladores de antemano”, aunque aseguró que “Biden ya está abandonando el enfoque de Obama (…) y, en su lugar, está colaborando estrechamente con el Senado para coordinar y buscar aportaciones”.
Si la afirmación de Menéndez es cierta, es poco probable que, más allá de aliviar restricciones relacionadas con remesas o vuelos, veamos anuncios más significativos a corto plazo.