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Texto: Fede Gayardo
En la noche del pasado lunes, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció a la comunidad internacional que Irán e Israel habían acordado un “alto el fuego total” que comenzaría esta mañana y tendría una duración de 24 horas.
Según lo declarado por Trump en su plataforma Truth Social, la tregua pondría fin a la “Guerra de los 12 días”, una serie de ataques a instalaciones nucleares iraníes por parte de Estados Unidos y bombardeos desde Teherán, que incluyeron un ataque simbólico a una base estadounidense en Catar.
El mandatario estadounidense afirmó que el acuerdo se logró gracias a mediaciones diplomáticas, destacando la importancia de Qatar. Subrayó que Irán le había notificado con anticipación sobre el lanzamiento de cohetes, lo que permitió interceptarlos a tiempo y evitar víctimas en la base aérea Al Udeid.
Trump celebró la tregua como un logro, enfatizando que, si ambas partes cumplían, la confrontación terminaría oficialmente. Pocos minutos después del anuncio, el magnate reiteró en redes sociales: “El alto al fuego ya está en vigor. ¡Por favor, no lo infrinjan!”, y advirtió a Israel: “Israel. No bombardeen. ¡Regresen a sus pilotos a casa, ya!”.
A pesar de estos mensajes, poco después se reportaron nuevos bombardeos, lo que presagiaba un conflicto continuo.
Fue en este contexto que el jefe de la Casa Blanca volvió a dirigir su atención hacia Israel e Irán por supuestas violaciones del acuerdo firmado a primera hora. Solo cuatro horas después de anunciar el alto al fuego, Tel Aviv denunció el lanzamiento de cohetes “desde Irán” y ordenó a sus fuerzas realizar un bombardeo “de alta intensidad” sobre la capital persa. Por su parte, Teherán negó cualquier infracción del alto el fuego.
Antes de partir hacia la cumbre de la OTAN en La Haya, Trump no escatimó en críticas y culpó a ambos países de romper la tregua. “Sería una grave violación” del acuerdo, advirtió, lamentando que las dos naciones “ya no tienen idea de lo que hacen”.
El pacto, aceptado por las delegaciones de ambas partes, se producía tras una noche de intercambios de fuego. Irán se apresuró a lanzar varios misiles “hasta el último minuto”, según su Gobierno, y una de esas trayectorias resultó en la muerte de cuatro civiles en Beersheba, al sur de Israel.
Como represalia, las Fuerzas de Defensa israelíes atacaron varios objetivos en el norte de Irán, donde un bombardeo causó la muerte de nueve personas, incluyendo a un científico del programa nuclear.