Foto: Jorge Javier Pérez
Texto: Darcy Borrero
Un mensaje bipartidista, promovido y organizado por la fundación Inspira América, fue dirigido este miércoles a la administración de Joe Biden. El objetivo era canalizar la política hacia Cuba, basándose en la ley para la democracia en la isla de 1992, conocida como Ley Torricelli.
Según estos líderes, La Habana no debería ser removida de la lista de países que patrocinan el terrorismo. De hecho, instan al presidente Biden a no levantar ninguna sanción a Cuba hasta que el régimen libere a los presos políticos, respete todos los derechos humanos y realice elecciones libres y multipartidistas bajo supervisión internacional.
Las solicitudes de los líderes cubanoamericanos al presidente de Estados Unidos se enmarcan en la división de opiniones sobre el deshielo de la administración Obama, el endurecimiento de la política de Trump y, más recientemente, una carta enviada por intelectuales cubanos a Biden solicitando la retirada de las sanciones de su predecesor, quien impuso una serie de sanciones desde la primavera de 2019 hasta las últimas horas de su presidencia en enero de 2021.
Trump inició su política hacia Cuba con un memorándum publicado en junio de 2017, centrado en castigar al GAESA, el conglomerado más importante del país. Su intención era presionar a los líderes cubanos para lograr lo que la apertura de Obama no había conseguido: mejorar la situación de los derechos humanos en Cuba.
“Cuando veamos pasos concretos hacia adelante, estaremos listos para negociar un mejor acuerdo para los cubanos y los estadounidenses”, proclamó el republicano en un discurso en Miami, en junio de 2017. Esta idea parece haber sido asumida por la fundación Inspira América, que ha hecho público su mensaje a través de medios como América TV.
El abogado Marcell Felipe afirmó que levantar las sanciones sería proporcionar oxígeno a un régimen al borde de la explosión. “Observamos que ellos están desesperados por acercarse al gobierno de EE.UU., pero es momento de mantenernos firmes”, enfatizó.
En cuanto al activismo juvenil en Cuba, expresaron su convicción de que el pueblo cubano clama por cambios que restauren sus derechos civiles.
La congresista María Elvira Salazar calificó la situación de Cuba como la “causa pendiente”; “la causa más noble del hemisferio es la libertad de nuestros hermanos cubanos”, aseguró.
En su opinión, la política exterior de Estados Unidos hacia Cuba debe regirse por la Ley para la democracia en Cuba de 1992, conocida como la Ley Torricelli.
Los exiliados cubanos, que incluyen senadores y congresistas, también llamaron a la administración Biden a renovar su apoyo a la oposición interna en la isla y proporcionar financiamiento completo a Radio y TV Martí, así como expandir su presencia en redes sociales e internet.
Al respecto, un usuario identificado como Bruno Garcia comentó en el portal de AmericaTV que está de acuerdo con que no se levanten las sanciones, pero señaló que “el 80% de esos personajes” —dijo— han vivido toda su vida de la causa cubana. “Producción de mucho dinero”, aseguró.
