Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
Este lunes por la tarde, el Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana fue escenario de un tornado que llevó a la suspensión de sus actividades. El fenómeno meteorológico, considerado “débil” por el Instituto de Meteorología (Insmet), alcanzó ráfagas de hasta 138 km/h.
A pesar de que el informe del Insmet no indica daños estructurales en la terminal, diversas publicaciones en redes sociales, acompañadas de imágenes y videos, documentaron el fenómeno tanto en tierra firme como en las proximidades del aeropuerto.
Más tarde, el aeródromo reanudó sus operaciones normales, tal como lo confirmó el periodista estatal Lázaro Manuel Alonso en su perfil de Facebook.
Este evento formó parte de un sistema de inestabilidad que afectó el centro y sur de la Isla. En La Habana, el Insmet precisó que las lluvias “estuvieron acompañadas de condiciones severas y actividad eléctrica moderada”, impactando más intensamente en los municipios de Boyeros, Plaza de la Revolución y Diez de Octubre.
En Fontanar, Boyeros, se cumplieron los pronósticos con la caída de granizo, mientras que en Plaza de la Revolución se reportaron “abundantes granizos, aunque pequeños (aproximadamente del tamaño de un chícharo)”.
En La Víbora, los “fuertes vientos lineales provocaron la caída de un árbol y afectaciones en el tendido eléctrico”, agregó el informe del Insmet.
El tornado en el aeropuerto habanero evoca al que, días atrás, golpeó Alquízar, en Artemisa, dejando a su paso viviendas dañadas, cortes en servicios eléctricos y telefónicos, así como daños en una instalación deportiva.
Este fenómeno “de corta duración” avanzó aproximadamente 800 metros antes de disiparse, afectando con mayor fuerza al Consejo Popular Mayorquín Sur, cerca de la calle 84, y a sectores adyacentes a la calle 82.
“Se reporta la pérdida parcial de techos en viviendas y el derrumbe de paredes; caída de cables eléctricos y de telefonía, con afectaciones en líneas secundarias y acometidas. Además, el combinado deportivo del Consejo Popular Norte perdió parte de su cubierta”, añadió el medio estatal Cubadebate.
Aunque estos eventos pueden ocurrir en otras épocas del año en Cuba, suelen ser más frecuentes entre mayo y agosto, cuando las condiciones atmosféricas son más favorables para su formación.
