Un jurado federal en Corpus Christi deliberó durante tres horas antes de declarar culpable a Ciro Yasel Castillo, quien enfrenta una pena de hasta diez años de prisión por transportar extranjeros de manera ilegal, tras un juicio que duró dos días.
Texto: Darcy Borrero
Un cubano con estatus de residente legal permanente en Houston, Texas, fue condenado este jueves por el delito de transportar a extranjeros ilegales, según informó la fiscal interina Jennifer B. Lowery.
Su nombre es Ciro Yasel Castillo y tiene 29 años. Según las evidencias presentadas al jurado, el 15 de marzo de 2020, el cubano manejó un todoterreno en el área de inspección primaria del puesto de control de la Patrulla Fronteriza (BP) cerca de Falfurrias.
Al ser detenido, el acusado afirmó que él y sus tres pasajeros eran cubanos y presentó una licencia de conducir temporal como forma de identificación; sin embargo, ninguno pudo mostrar pruebas de su estatus migratorio legal. Por ello, las autoridades los trasladaron a una inspección secundaria, donde se determinó que dos de los pasajeros eran menores de edad de Guatemala y no estaban legalmente admitidos en Estados Unidos.
A pesar de que la defensa intentó persuadir al jurado argumentando que Castillo era un conductor no oficial de Uber, él admitió haber aceptado $500 a través de Western Union de una persona desconocida para recoger a los dos adolescentes en el Valle en plena noche y llevarlos a Houston. Los jurados rechazaron estas afirmaciones y lo declararon culpable.
El tercer pasajero era un extranjero ilegal originario de Cuba. Durante el juicio se reveló que, en el momento de la inspección, Castillo adoptó una actitud hostil ante las fuerzas del orden, resistiéndose a su detención durante varios minutos e infligiendo lesiones menores a algunos de los agentes.
Posteriormente, en una nueva investigación, las autoridades hallaron que el pasajero cubano Lázaro Fidel López-Torres, de 30 años, estaba involucrado en una conspiración para transportar a los dos menores. Finalmente, también se declaró culpable por su participación en este delito.
El juez de distrito que presidió el juicio programó la sentencia para el 1 de julio, por lo que Castillo se enfrenta a una posible pena de hasta 10 años de prisión y a una multa máxima de $250,000, aunque se le permitió permanecer bajo fianza a la espera de esa audiencia.
