Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
La grave crisis energética que afecta a Cuba sigue en aumento y ha llevado a cambiar la programación de apagones en La Habana debido a las “condiciones extremas” en la disponibilidad de generación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
La Empresa Eléctrica de La Habana comunicó a través de su canal de Telegram que “la situación crítica en la disponibilidad de generación del SEN requiere constantes ajustes en los horarios de las afectaciones”.
Según esta fuente oficial, “en este momento, los bloques 3 y 5 están afectados por déficit, mientras que el servicio en el bloque 2 se está restableciendo gradualmente. Las interrupciones deberían durar un promedio de cuatro horas, pero tras la medianoche, las afectaciones de emergencia podrían extenderse hasta una hora adicional”.
Por otro lado, la Unión Eléctrica (UNE) reportó que el déficit alcanzó este viernes alarmantes 1 870 MW en el pico nocturno, representando más del 52 % de la demanda nacional, que es de 3 570 MW.
Desde las primeras horas del día, la generación no superó los 1 390 MW frente a una demanda de más de 2 800 MW, dejando a una gran parte del país en la oscuridad. Las averías se centran en cinco unidades fuera de servicio en Mariel, Nuevitas, Felton y Renté, mientras otros tres bloques están en mantenimiento en Santa Cruz, Cienfuegos y Renté.
Además, la escasez de combustible empeora la situación. En el día anterior, había 98 centrales de generación distribuida inoperativas, con una pérdida de 573 MW, 110 MW detenidos en el fuel de Mariel y otros 36 MW por falta de lubricantes en motores, totalizando más de 700 MW fuera del sistema.
A pesar de la entrada en funcionamiento de 18 parques solares fotovoltaicos, su aporte no es suficiente para compensar el colapso térmico. De acuerdo al gobierno, las esperanzas están depositadas en la incorporación de la unidad 3 de Energás Varadero (30 MW), el fuel de Mariel (110 MW), la unidad 5 de Nuevitas (55 MW) y el fuel de Moa (115 MW). Sin embargo, la brecha entre oferta y demanda continuará provocando apagones constantes.
Con el déficit estimado, este viernes se convirtió en el tercer peor día de apagones en años recientes, solo superado por los 1 901 MW de abril y los 1 880 MW del pasado sábado.
En los últimos dos días, el vocabulario de la Empresa Eléctrica de La Habana ha cambiado de “déficit por emergencia” a “condiciones extremas en la disponibilidad de generación”, en medio de uno de los momentos más críticos del SEN, lo que podría presagiar un colapso inminente en el país.
Las condiciones climáticas han llevado –como muchos especialistas han advertido anteriormente– a que los 19 parques fotovoltaicos solo generen 200 MW, debido a un bajo rendimiento por el estado del tiempo.
Hasta ahora en junio, los informes oficiales reconocen déficits que superan los 1800 MW casi a diario, con una disponibilidad por debajo de los niveles mínimos requeridos para satisfacer la demanda nacional.
Desde el comienzo del año, las autoridades han señalado que se trabaja para estabilizar el sistema y reducir los apagones. Sin embargo, una vez más, lo que se plantea no se corresponde con la realidad del cubano de a pie, quienes no tienen confianza ni esperanza en los discursos oficiales.