Texto: Karla Castillo
A partir de hoy, se implementa en La Habana una nueva normativa respaldada por la resolución 208 del 27 de noviembre de 2020, que fija un límite de precios para diversos productos alimentarios. Esta medida busca frenar el incremento de precios que ha impactado a muchas familias en el país.
Según informan medios locales, en especial el diario Tribuna de La Habana, las autoridades provinciales han establecido un precio máximo de venta. Esta información fue divulgada mediante un breve comunicado que detalla una lista de aproximadamente 20 alimentos junto a sus precios correspondientes.
“Es necesario fijar precios máximos al por menor para productos que no estaban incluidos en la resolución 126 del 7 de octubre de 2020 del Gobernador de La Habana, considerando las condiciones actuales”, expone el Tribuna.
En el anuncio se mencionan viandas, hortalizas, especias y frutas, además de panes, galletas y otros productos realizados con trigo. Sin embargo, la población también cuestiona el costo de los productos cárnicos, ya que los precios elevados en los puntos de venta son bien conocidos. Aunque se habían regulado los precios de otros productos, incluidos los cárnicos, la situación continúa sin grandes cambios.
Se espera que esta medida tenga un impacto significativo en la venta de productos que comúnmente ofrecen los cuentapropistas, junto a cooperativas no agropecuarias y trabajadores de los mercados de oferta y demanda, incluidas los carretilleros.
La situación es compleja, marcada por la necesidad y la escasez en medio de la crisis económica que atraviesa el país y la pandemia de coronavirus. Los vendedores optan por aumentar los precios, mientras que el gobierno decide establecer límites. Surge entonces la interrogante: ¿qué mecanismo garantizará que en cada esquina se respeten los precios fijados en el momento de la venta, más allá de la simple mención en la tablilla?
Así quedaron establecidos: