Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
El ministro de Economía de Cuba, Joaquín Alonso Vázquez, realizó un contundente llamado de atención al señalar que el efectivo es excesivo fuera de las entidades financieras y que la riqueza está desigualmente distribuida.
Sus declaraciones se llevaron a cabo durante el 9.º Congreso de la Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba (ANEC), donde afirmó que solo el 10% de los cubanos concentra el 60% del dinero en efectivo fuera del sistema bancario, y que apenas el 2% de las cuentas de ahorro acapara más de la mitad de los fondos depositados en entidades estatales.
Este desequilibrio no es un dato trivial, sino que evidencia cómo una pequeña minoría retiene una parte significativa de los recursos, mientras que la mayoría enfrenta obstáculos para acceder a servicios bancarios y créditos. Paradójicamente, se trata del mismo modelo de concentración que críticos del sistema socialista suelen señalar en economías capitalistas.
La causa de esta fuga de liquidez hacia el ámbito doméstico refleja la desconfianza de la ciudadanía en el sistema bancario. Ante la falta de confianza en la solidez de las instituciones, muchos optan por convertir sus ingresos en billetes o activos al margen del control estatal.
Alonso Vázquez advirtió que este fenómeno limita la disponibilidad de capital para el Estado, dificultando la compra de divisas y acentuando la escasez de dólares y otras monedas extranjeras. La discrepancia entre la oferta y la demanda de divisas, explicó el ministro, “empeora la crisis económica” que enfrenta el país.
El titular de Economía también vinculó esta concentración de riqueza a deficiencias en las políticas públicas, que no fomentan un reparto más equitativo ni un crecimiento sostenible.
Asimismo, destacó los desafíos para conectar de manera eficiente los sectores estatal y no estatal: las restricciones legales a las empresas mixtas y el acceso desigual a divisas continúan siendo obstáculos que impiden la colaboración necesaria para mejorar la competitividad y dinamizar la economía.
En palabras de Alonso Vázquez, “más del 50% de las empresas en Cuba siguen siendo estatales, principalmente bajo Organismos Superiores de Dirección Empresarial (OSDEs) de tamaño ministerial”, una estructura que, aseguró, limita tanto la flexibilidad como la rapidez en la toma de decisiones.
Finalmente, el ministro reconoció el impacto de la pandemia en uno de los sectores clave: el turismo. También admitió que no se alcanzarán las metas previstas para 2025 debido a un “primer trimestre muy deficiente”. Sin embargo, queda el desafío de implementar reformas que promuevan una economía más diversa, inclusiva y resiliente.
