Texto: Hugo León
Foto: Daniel Hernández | Shutterstock
Estados Unidos ha certificado a Cuba como un país que no coopera plenamente en la lucha contra el terrorismo.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, determinó que Cuba no ha colaborado suficientemente con las iniciativas antiterroristas de la nación norteamericana en 2024. Por lo tanto, se le ha clasificado como «país que no coopera plenamente», conforme al artículo 40A de la Ley de Control de la Exportación de Armas.
De acuerdo a un comunicado de prensa difundido hoy en el sitio web del Departamento de Estado, esta certificación implica la prohibición de venta o concesión de licencias para la exportación de artículos y servicios de defensa a la Isla.
El documento indica que en el último año había al menos 11 estadounidenses prófugos de la justicia en Cuba, entre ellos varios acusados de terrorismo.
El gobierno cubano ha enfatizado su negativa a negociar el regreso de estos individuos para que enfrenten la justicia estadounidense, añade el informe.
«La negativa del régimen cubano a abordar este importante tema, así como otras circunstancias recientes de falta de cooperación en la aplicación de la ley relacionada con el terrorismo, han desechado los esfuerzos para colaborar en asuntos antiterroristas en 2024», señala el comunicado de prensa.
Marco Rubio también confirmó la inclusión en esta lista de países como Corea del Norte, Irán, Siria y Venezuela.
El comunicado destaca que Estados Unidos continuará fomentando la cooperación internacional en la lucha antiterrorista y seguirá promoviendo la rendición de cuentas de los países que no combatan el terrorismo.
Esta decisión representa un endurecimiento aún mayor de la política de la administración de Donald Trump hacia Cuba. Aunque es una designación diferente de la lista de países patrocinadores del terrorismo, refuerza la posibilidad de que Cuba continúe figurando en esta última.
La última acción del ex presidente Joe Biden en relación a las relaciones con Cuba fue su exclusión de la lista de países patrocinadores del terrorismo, una medida que Trump revirtió en su primer día de mandato, apenas una semana después.
