Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
Representantes de las principales instituciones de educación superior en Cuba entregaron a ETECSA más de 40 propuestas, resultado de los diálogos mantenidos con la empresa estatal a raíz de su conocido incremento tarifario.
De acuerdo con un informe del medio estatal Cubadebate, estas sugerencias surgieron con el propósito de mitigar el impacto de las nuevas medidas implementadas por ETECSA y mejorar la calidad del servicio de la empresa.
El grupo se dividió en tres equipos: Operaciones, Comercial y Comunicación, para abordar las preocupaciones de los estudiantes. “Se consideraron todas las propuestas presentadas por los jóvenes universitarios, no solo de La Habana, sino de todo el país”, afirmó Litza González Desdín, vicepresidenta nacional de la FEU.
Además, la líder anunció que cada Consejo Universitario discutirá estas recomendaciones y dará seguimiento a su implementación por parte de ETECSA “de acuerdo a su factibilidad”.
Entre las medidas propuestas se incluyó una revisión completa de la estrategia comunicacional, la elaboración de un manual de gestión de crisis y métodos para mejorar la retroalimentación con la comunidad académica.
“Se identificaron fallas técnicas y se sugirieron soluciones, como la virtualización de nodos y la reparación de baterías, así como la realización de ejercicios prácticos relacionados con ofertas comerciales. También se llevó a cabo un análisis exhaustivo de las inquietudes surgidas en las universidades, evaluando la política de precios, los paquetes de datos y las sectorializaciones”, añadió González.
Asimismo, las propuestas incluyeron la creación de proyectos con un enfoque social y económico, así como un sistema de trabajo para evaluar el progreso de las iniciativas presentadas.
Por su parte, Tania Velázquez, presidenta ejecutiva de ETECSA, señaló que esta experiencia ha sido “muy enriquecedora” y que “la relación ha evolucionado positivamente; más que un diálogo, ha sido una interacción franca, abierta y de intercambio. Vemos posibilidades de que estos proyectos beneficien a nuestra organización”.
El informe recoge las palabras de Luis Yoel González, vicepresidente de la FEU de la Universidad de Ciencias Pedagógicas, quien tras el debate manifestó que “aún persisten inconformidades, pero debemos reconocer que, a partir de lo que vivimos aquí, los trabajadores de ETECSA merecen nuestro respeto. Hemos enfrentado momentos difíciles y tuvimos que adaptarnos en cada universidad. La insatisfacción estaba presente, pero lo importante era la forma de expresarlo”.
40 propuestas, pero ¿y ahora qué sigue?
La dura realidad es que, para muchos estudiantes, el “diálogo constructivo” con ETECSA se percibe más como un discurso que como una solución real. Los jóvenes han alzado la voz en aulas y redes sociales denunciando que el tarifazo no solo afecta sus bolsillos, sino también su derecho a la educación y a la conectividad.
A pesar de las 40 propuestas presentadas, la lentitud en las respuestas y la falta de acciones inmediatas alimentan la percepción de que se están “parcheando” un problema estructural. Las sugerencias sobre virtualizar nodos o elaborar manuales de crisis suenan bien en papel, pero requieren inversión y tiempo.
Es evidente que la prioridad presupuestaria de la Isla no está destinada a renovar baterías o ampliar la fibra óptica. El riesgo es que estas iniciativas queden desatendidas, y los estudiantes continúen pagando tarifas de “alta velocidad” por conexiones de “baja calidad”.
Las propuestas pueden ser un paso adelante, pero resultan insuficientes si no se acompañan de medidas urgentes. El verdadero desafío no es solo redactar propuestas brillantes, sino también llevarlas a la acción.
