Fotos: Manuel Larrañaga
Texto: Karla Castillo
Una noticia que ha sorprendido tanto a los vecinos de la Iglesia Jesús del Monte, como a quienes tuvieron la oportunidad de estudiar allí, es el cierre definitivo de La Salle, la escuela privada católica ubicada en este centro religioso.
“Por razones relacionadas con la situación epidemiológica y económica del país, lamentablemente el centro La Salle cerrará de manera definitiva. No se abrirá ningún curso en los próximos años”, así reza un cartel que reciben los interesados al acercarse a la entrada del lugar.
El mismo cartel especifica que en enero y febrero de 2021 se ofrecerá únicamente servicio de secretaría, de 9:30 de la mañana a 1 de la tarde, y de 3 a 5 de la tarde.
Cuba Noticias 360 conversó con Rafael, encargado religioso del centro, quien confirmó la noticia y explicó: “Todo el centro ha cerrado; ya habíamos advertido sobre la posibilidad de cerrar en diciembre, y queríamos reabrir en febrero, pero la Covid-19 y la situación económica no nos lo permiten. Para poder pagar a los maestros, tendríamos que cobrar 3,000 pesos por semestre”.
En esta institución de los religiosos lasallistas se ofrecían cursos a un centenar de estudiantes, que incluían desde idiomas (inglés y francés) hasta clases de computación, manejo y gestión de negocios, y educación cívica.
Cuando se le preguntó sobre una posible valoración y reapertura en el futuro, el encargado fue contundente: “Cerramos todo el centro y no vamos a abrir. Se evaluaron opciones, pero no, estamos cerrados. Ya he despedido a los 34 trabajadores”.
Esta decisión ha sido influenciada en gran medida por el contexto epidemiológico que atraviesa el mundo y Cuba, que ha experimentado un aumento acelerado en el número de contagios en las últimas jornadas.
Además, el inicio de la unificación monetaria y cambiaria, con todos los reajustes y el incremento en los precios de productos y servicios, afectó también a esta institución, pero tal vez fue solo el empujón que necesitaban para tomar la decisión.
“Íbamos a cerrar de todos modos; habíamos pensado en cerrar un centro. Contamos con uno similar en Santiago de Cuba; estábamos decidiendo si cerrar aquí o allá, y decidimos hacerlo aquí, por muchas razones motivacionales y demás”, argumentó Rafael.
“Lo estamos manejando bien a nivel humano; ha sido un proceso complicado, pero bonito, porque hay una excelente relación de empatía con los trabajadores. A pesar del dolor, nos sentimos satisfechos de que en 26 años hicimos cosas muy valiosas para las personas”, añadió el encargado.
Para la comunidad empobrecida que rodea la iglesia, así como para los habitantes del municipio 10 de Octubre en general, la pérdida de La Salle representa una disminución en las oportunidades educativas cercanas y la desaparición de un centro educativo confiable que ha sido una constante durante años.
Alejandro Linares, un joven de 28 años que tuvo la oportunidad de estudiar allí en dos ocasiones, compartió: “Quería estudiar inglés, que era muy bueno, pero las colas eran interminables y nunca logré hacerlo. Finalmente, conseguí inscribirme en Photoshop e Informática”.
“Me gustaba la ubicación geográfica y las vistas maravillosas desde la altura de la iglesia. Además, los profesores eran amables. Las clases no eran la octava maravilla, pero eran útiles. Es una pena”, concluyó.
