Texto: Redacción Cuba Noticias 30
Un año y dos meses después de que Eduardo Rodríguez Dávila, ministro de Transporte de Cuba, cruzara el puente El Triunfo, de Sagua la Grande, tocara con sus manos las estructuras corroídas por el óxido y compartiera en sus redes sociales un mensaje esperanzador en el que prometía soluciones; un año y dos meses después, el mismo funcionario regresa “sobre un tema que hemos tratado en otras ocasiones y del que no sentimos haber alcanzado los avances deseados”. No los ha sentido él, y mucho menos los habitantes de la llamada Villa del Undoso, que aún esperan un milagro.
Situado en una zona declarada Monumento Nacional en 2011, El Triunfo fue testigo del paso de las tropas mambisas tras el término de la guerra del 95 contra España. En ese momento se renombró el puente, que originalmente era de madera, y, años más tarde, en 1905, se reemplazó la estructura por la actual, de hierro.
“El pueblo de Sagua la Grande valora su puente y ha estado años deseando que se resuelva esta situación”, reconoció Rodríguez Dávila en su visita anterior, pero ha transcurrido un año sin noticias sobre las acciones de construcción.
En un extenso comunicado publicado hace solo unos días, el ministro presentó los datos: el presupuesto estimado para la restauración del viaducto supera los 100 millones de pesos, lo que representa un reto financiero considerable en un momento en que la economía nacional está —aunque no lo reconozca el gobierno— en claro retroceso.
Según Rodríguez Dávila, en una reunión conjunta se examinaron varias alternativas de construcción y reparación para la estructura, en la que participaron numerosas entidades, incluidos expertos en Patrimonio.
“Finalmente, entre las cinco propuestas surgidas en aquel debate, se determinó que la mejor opción es construir un nuevo puente de hormigón que respete el diseño original y permita el ensamblaje de la estructura actual. Con este enfoque se busca asegurar la seguridad, además de conservar la estética y los valores patrimoniales del puente”, afirmó el ministro.
Esta opción, que ha suscitado un fuerte rechazo entre quienes abogan por preservar los valores originales del puente, implica garantizar los trabajos metálicos necesarios para montar la nueva estructura, desmontar cuidadosamente las partes que aún son recuperables y edificar una pasarela peatonal que permita el tránsito de las personas durante las labores de reparación.
Como “un patrimonio vital para Sagua la Grande” definió Eduardo Rodríguez al icónico viaducto en su publicación, un mensaje que ha generado controversia entre los internautas y ha encendido los ánimos en una ciudad que ve en El Triunfo su símbolo identitario.
Los comentarios en las redes reflejan la magnitud del descontento: “Ese puente es mejor que ni lo mencionen, es una falta de respeto con los sagüeros”; “Espero que esto no sea lo mismo de siempre que, año tras año, se ha prometido y los recursos asignados se han esfumado sin resultados; 40 años de espera es demasiado tiempo”.
Cientos de internautas han manifestado en sus publicaciones, de forma más o menos nostálgica, que el puente El Triunfo “de toda la vida” está a punto de convertirse en leyenda. Ha sobrevivido a las inundaciones casi apocalípticas del río Sagua, al peso de carretas y camiones cargados de caña, pero no a la falta crónica de mantenimiento.