Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Fede Gayardo
El gobierno cubano sigue adelante con su estrategia de combate contra las drogas, enfocándose ahora en una nueva campaña en las escuelas, donde se han identificado numerosos casos de consumo y tráfico de sustancias entre menores de edad y jóvenes.
El incidente más reciente reportado por la prensa estatal ocurrió en Guantánamo, donde se detectó la participación de más de diez menores en el consumo y distribución de estupefacientes, incluso dentro de los centros educativos.
El mayor Alexander Millet Suárez, quien lidera el Grupo de Sectores Priorizados de la Dirección Nacional Antidrogas en la región oriental, informó al diario Venceremos sobre la vigilancia a jóvenes relacionados con estas sustancias.
Entre ellos, ocho eran niños y dos eran adolescentes de 16 y 17 años que, tras ser ingresados en el Hospital Pediátrico Pedro A. Pérez, dieron positivo en las pruebas de intoxicación por narcóticos. Además, “se controlaron” otros cuatro menores: dos por consumo, uno por tenencia y otro por tráfico.
Millet aseguró que los adultos que proporcionaron las drogas a estos menores “ya están cumpliendo sanciones conforme a la ley”, y se ha actuado contra 64 individuos, de los cuales 48 fueron formalmente acusados y sometidos a prisión provisional.
Por su parte, Moraima Velázquez Romero, fiscal jefe en esa provincia, recordó que el tráfico de estupefacientes puede resultar en penas de hasta 30 años de cárcel o incluso cadena perpetua.
Según Velázquez, la prisión provisional es la medida cautelar habitual para los traficantes, “establecida para garantizar que estas personas no repitan esos actos, pero prácticamente todas las sanciones solicitadas y luego impuestas por el Tribunal han sido de privación de libertad”.
En cuanto a los jóvenes de entre 16 y 18 años, reciben un “tratamiento especial” que permite evaluar de forma individual las circunstancias de su participación, lo cual no garantiza necesariamente la privación de libertad cuando hay atenuantes, aunque sin eximirlos de responsabilidad.
El texto de la citada fuente señala que durante 2024 se desarticularon en Guantánamo siete redes dedicadas al narcotráfico y se confiscaron 275 kilogramos de drogas en operativos realizados en fronteras marítimas, aéreas, zonas montañosas y controles terrestres, según cifras de Venceremos. También se erradicaron 904 plantas de marihuana en cuatro cultivos ilegales, siendo más comunes en los municipios de Guantánamo y Manuel Tames.
Al finalizar el año, se registraron 13 incidentes relacionados con el narcotráfico internacional en localidades costeras como Baracoa y Caimanera: ocho recalos interceptados y cinco hallazgos fortuitos, que sumaron 171,15 kg de marihuana y 1,10 kg de cocaína decomisados.
En particular, preocupa la creciente presencia del cannabinoide sintético conocido como “el químico”, que es altamente adictivo y muy accesible para los jóvenes, con precios en el mercado negro que oscilan entre 150 y 200 CUP. Estas graves intoxicaciones han aumentado en comunidades vulnerables, a pesar de los controles policiales, advirtió el mayor Millet.
Un caso en Guantánamo
Un caso que llamó especialmente la atención fue narrado en Venceremos por un director de una escuela guantanamera, identificado como Andrés, quien relató cómo sorprendió a dos alumnas consumiendo sustancias prohibidas durante la hora del almuerzo.
Al verlas salir del sótano “de forma sospechosa”, una de ellas dejó caer lo que él pensó que era un cigarro, pero al inspeccionar descubrió algo mucho más peligroso: “Fueron horas difíciles, complicadas… incluso la vida de una de las jóvenes estuvo en peligro”, confesó.
El profesor recordó que, aunque “no es habitual el uso de la droga en una escuela cubana”, el incidente demuestra que el país no está libre de este problema.
Por su parte, Antonio Tamayo Romero, subdirector provincial de Educación, recordó que en todos los centros se aplica la Resolución Ministerial 15/2019 para fomentar el rechazo a las drogas entre los estudiantes. No obstante, admitió que los recientes casos evidencian la necesidad de “mejorar la prevención y alerta oportuna para evitar que se produzcan situaciones lamentables”.