Foto: Ketty de la Yglesia | Facebook
Texto: Fede Gayardo
La actriz cubana Ketty de la Iglesia decidió hacer oír su voz esta semana a través de su perfil de Facebook, retratando el estado de ánimo del exilio cubano, marcado por la desilusión y el desarraigo, según su perspectiva.
Con un tono franco, la actriz describió una situación en la que la solidaridad flaquea justo en los momentos más críticos, mientras que no faltan quienes optan por la indiferencia. “Esta temporada es muy dura, tantas personas pasándola mal y muchas otras mostrando su ‘I don’t care’”, subrayó.
De la Iglesia centró su atención en aquellos cubanos que, al llegar a EE.UU., vieron desaparecer sus permisos de trabajo. Son, comentó, los mismos de antes, que emocionaban a muchos al hablar de escasez y sufrimiento en la isla. “Solo que estos lograron escapar”, recalcó, recordando que la distancia geográfica no siempre alivia las heridas que el exilio deja.
Con un tono inquisitivo, la actriz formuló una pregunta que, en su opinión, merece un análisis académico y humano: “¿Qué hace que les duelan cuando están en la isla y que no les importe en absoluto cuando están aquí? Es un fenómeno digno de estudio.”
De inmediato, aclaró que su intención no era criticar la gestión de ningún gobierno ni atacar a algún partido, sino alertar sobre la fractura emocional que observa en sus compatriotas diseminados por el mundo. “Solo busco entender a una comunidad que veo cada vez más sola y autodestructiva”, concluyó.
Recordemos que la última semana de mayo trajo un golpe adicional de tensión a los cubanos en EE.UU.: la Corte Suprema permitió al presidente Donald Trump suspender el programa de parole humanitario, una vía legal que en los últimos años había permitido a miles de ciudadanos de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela ingresar de manera ordenada.
Quienes habían confiado en esa opción para establecerse en EE.UU. expresaron sentirse ahora desamparados, sin saber si su estancia en el país norteamericano estaba en peligro o si, por el contrario, podrían permanecer junto a sus familias sin sobresaltos.
La congresista María Elvira Salazar reaccionó ante la decisión, pidiendo que, al menos, no se procediera a deportar a aquellos afectados por la anulación de los permisos. Sin embargo, el ambiente entre los cubanos en esa situación sigue siendo de incertidumbre.
Así, mientras en la Isla los días transcurren con sus propios problemas, los cubanos en EE.UU. enfrentan otra batalla: la de mantener la empatía y el espíritu en medio de circunstancias que impactan tanto en lo emocional como en lo burocrático. Ketty de la Iglesia, con la honestidad que la distingue, ha dejado al descubierto esa llaga que, aunque parezca lejana de La Habana, sigue siendo profundamente cubana.