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El 28 de mayo, a primeras horas de la madrugada, falleció Alex Romano, un bebé de tan solo dos meses, en el Hospital Infantil Norte de Santiago de Cuba. Esto ocurrió tras ser atendido horas antes en el Policlínico José Martí y en el mismo hospital. La Dirección Provincial de Salud ha confirmado que se está investigando la posible existencia de errores médicos y se comprometió a «depurar responsabilidades».
La denuncia fue realizada públicamente por Yosmany Mayeta, quien se basó en el testimonio directo de la familia. Según esta narración, el bebé recibió una vacuna en el policlínico esa mañana, después de lo cual comenzó a presentar complicaciones como un sangrado persistente y un llanto inconsolable. Fue trasladado al hospital en dos ocasiones ese día; la segunda vez, ya en estado crítico.
En un comunicado oficial compartido en sus redes sociales, las autoridades de salud informaron que se están evaluando las “faltas médicas cometidas” y sugirieron que pudo haber negligencia en el manejo del caso. Confirmaron que una comisión de alto nivel está investigando los acontecimientos para evitar que quede impune.
No obstante, el comunicado también intentó desvincular el fallecimiento de cualquier relación con la vacunación infantil. “El infante no fue objeto reciente de ningún esquema”, señala el mensaje, en aparente respuesta a la acusación de que el niño había sido vacunado unas horas antes de su deceso.
Según la cronología proporcionada por el MINSAP, el bebé fue inicialmente atendido en el policlínico, donde se realizaron algunos estudios diagnósticos, pero no se recomendó su hospitalización. Esta falta de atención llevó a que regresara en estado grave al hospital pediátrico ocho horas más tarde, donde falleció debido a un paro cardíaco, según lo relatado por la familia.
El cuerpo del pequeño fue velado el mismo miércoles en una pequeña caja blanca. Mientras tanto, la Dirección Provincial de Salud expresó sus condolencias a la familia y defendió la reputación del Programa Nacional de Inmunización, que ha estado activo desde 1962 y tiene más de 20 vacunas en su esquema actual.
A pesar de esta defensa institucional, la muerte del pequeño ha reabierto las alarmas sobre las deficiencias en el sistema de atención primaria y urgencias pediátricas en Cuba, en un contexto de crisis de salud pública marcado por la escasez de recursos y la fuga de médicos.
