Texto: Hugo León
Foto de referencia: Archivo CN360
El Tribunal Provincial Popular de Santiago de Cuba impuso una sentencia de 12 años de prisión a un individuo que intentaba transportar 485 gramos de marihuana hacia Camagüey, en el marco de una serie de juicios públicos que el Gobierno está llevando a cabo, los cuales parecen tener un enfoque de “procesos ejemplarizantes”.
Además de la pena, las autoridades confiscaron 28 455 pesos cubanos que se encontraban en su poder, junto con la droga incautada, y le impusieron restricciones adicionales, incluyendo la suspensión de derechos y la prohibición de salir del país.
Mano dura contra las drogas en Cuba
Respecto al tráfico de drogas, tanto ciudadanos como autoridades en Cuba coinciden en que este problema debe ser erradicado, y que se debe aplicar una “mano dura” para lograr la victoria en esta lucha.
A lo largo de los años, la venta y el consumo de drogas han aumentado en el país, o al menos eso es lo que observan los internautas que, casi a diario, comparten preocupantes imágenes de jóvenes y adultos afectados por el uso de sustancias como el Kímico.
En este contexto, el tribunal encargado de juzgar al traficante afirmó en una publicación en su página oficial de Facebook que mantiene una postura de “rigor” frente a los delitos relacionados con las drogas, asegurando que los procesos se llevan a cabo bajo las garantías legales correspondientes.
Además, recordaron que el condenado tiene el derecho de apelar la sentencia conforme a lo que establece la legislación vigente.
Este juicio no es un caso aislado; hace pocos días, el mismo tribunal impuso penas de ocho y nueve años de prisión a dos jóvenes declarados culpables de cultivar y comercializar marihuana y cannabinoides sintéticos.
Estas sentencias forman parte de la estrategia estatal denominada “Ejercicio de prevención y enfrentamiento a las drogas”, la cual está orientada a castigar de manera severa el tráfico de estupefacientes y a fortalecer el control social, especialmente entre los jóvenes.
La respuesta del gobierno frente al aumento del tráfico de drogas en Cuba ha sido clara: imponer penas de hasta 30 años de prisión, cadena perpetua o incluso la pena de muerte en casos agravados, como aquellos que involucran a menores o conexiones con redes internacionales de narcotráfico.
En marzo, por ejemplo, varios ciudadanos fueron condenados a 10 años de prisión en Sancti Spíritus por tráfico del conocido “kímico”, un cannabinoide sintético que ha ido ganando terreno en el mercado ilegal.
Además, operativos recientes han reportado múltiples arrestos y decomisos de drogas en La Habana, Holguín y otras provincias, donde la venta y distribución suelen llevarse a cabo a través de redes sociales.
