Texto: Hugo León
Fotos: Periódico Girón – Facebook
Un derrame de petróleo y fuel oil que se registró este jueves en la antigua termoeléctrica José Martí, que ha estado fuera de operación desde 2015, ha suscitado inquietud en la zona industrial de Matanzas debido al potencial riesgo de incendio y las posibles afectaciones medioambientales.
El evento movilizó a equipos de emergencia, incluidos técnicos de la Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, bomberos y brigadas de CUPET, quienes están trabajando en el área para manejar la situación.
El panorama encontrado no fue prometedor: tanques corroídos, sistemas de seguridad inactivos y una estructura prácticamente abandonada durante casi una década.
Román Pérez Castañeda, director técnico de la CTE Antonio Guiteras, que ahora es responsable de la planta Martí, reconoció que el combustible nunca fue extraído tras el cierre de la instalación. A pesar de “ciertas acciones” realizadas, los depósitos de crudo han permanecido intactos desde entonces, en una planta que carece de las condiciones técnicas necesarias y de protocolos de emergencia actualizados.
“Este combustible era el que alimentaba la planta. No se había logrado extraer y darle un destino adecuado”, admitió Pérez en declaraciones al Periódico Girón. La falta de mantenimiento, la escasez de recursos, la obsolescencia tecnológica y la improvisación vuelven a ser un problema en Cuba.
Acciones para evitar un desastre
Los bomberos y el equipo especializado que se trasladó al área se concentraron en actividades de prevención para evitar un desastre mayor.
Se desconectó la alimentación eléctrica y los tanques cercanos están siendo enfriados para minimizar la posibilidad de una ignición espontánea. Debido a que uno de los sistemas clave de bombeo no pudo ser activado por un fallo en la batería de su motor, se enviaron repuestos de emergencia.
Además, se está construyendo una barrera secundaria con rocas, en caso de que la contención principal falle.
Más allá del riesgo de incendio, el impacto ambiental ya comienza a convertirse en una amenaza más amplia. La posibilidad de que el crudo alcance las zonas costeras ha llevado al despliegue de equipos de contención marítima, con el apoyo de la empresa Caribe.
La termoeléctrica José Martí, pionera en el uso de crudo nacional, fue en su tiempo un símbolo del desarrollo energético del país. Hoy, representa otro signo de abandono.
