Dos provincias de Cuba enfrentan una grave sequía: la situación podría deteriorarse.

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Foto: Cuba Noticias 360

La Isla enfrenta un panorama preocupante debido al estado de sus recursos hídricos. En este contexto, provincias cubanas como Holguín y Ciego de Ávila están sufriendo una de las sequías más severas de los últimos años.

Ambas regiones presentan un alarmante déficit de precipitaciones, lo que impacta directamente en la agricultura, el suministro de agua y la sostenibilidad ambiental. Esta situación podría prolongarse o incluso empeorar si las condiciones meteorológicas actuales no se modifican.

En particular, en Holguín el escenario es crítico. El Centro Meteorológico Provincial informó que en marzo se registraron solo 52,9 milímetros de lluvia, lo que corresponde al 78 % de su media histórica.

Esto ha llevado a clasificar a todo el territorio como «muy seco», con un 47,7 % de la región enfrentando sequía meteorológica, especialmente en municipios como Banes, Sagua de Tánamo y Moa, donde esta condición ha persistido durante siete meses consecutivos.

Antilla, por ejemplo, es la zona más afectada, con solo 10,9 milímetros de lluvia acumulados, lo que representa un déficit hídrico del 83%. Según el periódico estatal ¡ahora!, únicamente cuatro de los 14 municipios de la región superaron sus promedios habituales, lo que ha tenido un impacto negativo en los cultivos, la ganadería y ha afectado severamente la vegetación.

Ciego de Ávila, por su parte, tampoco presenta un panorama alentador. La provincia central ha registrado 35 meses de los últimos 51 con precipitaciones por debajo de la media.

El meteorólogo Frank Fernández Castañeda, citado por el periódico Escambray, explicó que, incluso durante el periodo lluvioso (mayo-octubre), 14 de los 24 meses reportados desde 2021 mostraron anomalías negativas. Las lluvias ocasionales no han sido suficientes para restaurar el equilibrio hídrico.

Entre noviembre de 2024 y marzo de 2025, solo se recogieron 163,5 milímetros de lluvia, con un déficit de más de 41 milímetros. Enero, además, fue uno de los meses más secos en una década. Esta situación ha llevado a las autoridades a establecer un ciclo de distribución de agua de 24 horas cada nueve días en el municipio cabecera, lo que afecta gravemente a sectores económicos y sociales.

El Índice de Precipitación Estandarizado (SPI) indica que Ciego de Ávila enfrenta una sequía de ligera a moderada en períodos de tres a nueve meses, pero al analizar intervalos más largos de hasta 18 meses, la situación se agrava, alcanzando niveles moderados, severos o incluso extremos. La combinación de sequía meteorológica e hidrológica complica aún más cualquier intento de recuperación a corto plazo.

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