Texto: Hugo León
Foto: Archivo CN360
Cuba inició este domingo 22 de junio en una nueva jornada crítica para su sistema eléctrico, tras haber registrado un déficit de generación de 1880 megavatios (MW) el día anterior, según cifras proporcionadas por la Unión Eléctrica de Cuba (UNE). Esto se traduce en un aumento significativo en los apagones.
La cifra, reportada oficialmente a las 9:00 p.m. del sábado, se posiciona como el segundo mayor apagón en la historia energética reciente del país, solo superado por el colapso del 23 de abril de este mismo año, cuando el déficit alcanzó los 1901 MW.
Durante el año 2025, cinco de los 12 mayores déficits eléctricos en la historia reciente se han presentado únicamente en abril, con tres adicionales en junio, lo que confirma que el país está atravesando uno de los años más críticos desde que se lleva un registro detallado de la generación y distribución eléctrica.
A pesar de que la UNE había estimado un déficit de 1770 MW, la realidad lo sobrepasó en 110 MW, a causa de una combinación de factores críticos: una demanda superior a la esperada y la salida inesperada de la unidad 1 de la Central Termoeléctrica (CTE) Santa Cruz del Norte, agravando una crisis que se ha convertido en endémica en la isla.
Un amanecer sin energía
La situación no mejoró en la madrugada. A las 7:00 a.m. del domingo, la disponibilidad total era de solo 1820 MW, frente a una demanda que ya alcanzaba los 2958 MW, generando un déficit inmediato de 1138 MW. Las proyecciones para el mediodía anticipaban una afectación similar, con cortes de alrededor de 1150 MW.
Sin embargo, lo más preocupante se espera durante el pico nocturno, donde se proyecta una demanda de 3500 MW y sin la incorporación de nuevas unidades generadoras. El país podría enfrentar cortes de hasta 1750 MW, una cifra alarmante que nuevamente pone al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en una situación extremadamente vulnerable.
El informe indica que 837 MW de capacidad están completamente fuera de servicio solo en el segmento de generación distribuida, con 93 centrales inactivas por falta de combustible y otros 92 MW detenidos debido a la ausencia de aceite lubricante en los motores.
Además, varias unidades térmicas clave continúan indisponibles por averías o mantenimientos prolongados. Estas plantas térmicas son fundamentales para el sistema eléctrico cubano y su falta de operatividad deja a la isla sin capacidad de respuesta ante un incremento en la demanda.
