Texto: Hugo León
Foto: Cadena de Tiendas Caribe- Facebook
Esta semana se ha manifestado una nueva señal del cambio económico en el gobierno cubano con la inauguración de una tienda mayorista que solo aceptará dólares estadounidenses. Este establecimiento, que ha abierto en la Zona de Desarrollo Especial del Mariel, no admitirá pagos en monedas nacionales ni en MLC, y funcionará exclusivamente con tarjetas internacionales y nacionales en divisas.
El nuevo punto de venta se denomina Mayorista Caribe “Mariel” y, según la estatal Cadena de Tiendas Caribe, su propósito es proporcionar materiales e insumos esenciales a negocios privados, emprendedores y cooperativas no estatales. En la ceremonia de apertura, que tuvo lugar esta semana, se subrayó que esta iniciativa busca ofrecer “eficiencia y accesibilidad” al entorno empresarial cubano.
“Tu negocio merece lo mejor,” afirmó el comunicado oficial, en un tono que intenta posicionar esta propuesta como un avance hacia la consolidación de un entorno empresarial más robusto… aunque solo accesible en divisas.
Una economía cada vez más segmentada por el dólar
El surgimiento de esta nueva tienda no es un evento aislado. Se inscribe dentro de una estrategia más amplia de dolarización parcial del comercio, que progresa en medio de una grave crisis de liquidez, escasez de productos en CUP e índices alarmantes de inflación.
Informes independientes indican que ya hay más de 80 establecimientos en Cuba que operan exclusivamente en dólares, una cifra que contrasta con las afirmaciones iniciales de empresas como CIMEX y la propia Tiendas Caribe, que sostenían que esta modalidad no excedería el 7 por ciento del comercio minorista nacional.
Desde inicios de año, el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) ha promovido la apertura de decenas de nuevos puntos de venta en divisas, con el fin de “fortalecer las capacidades del mercado mayorista”. Entre ellos destaca Mercalhabana S.A., una empresa pública que agrupa a más de 20 entidades dedicadas a importaciones, exportaciones e inversiones conjuntas en este sector dolarizado.
Exclusión en ascenso en un país “con todos y para el bien de todos”
Sin embargo, no todos los cubanos celebran la apertura de tiendas en dólares. Para muchos, esta expansión del comercio dolarizado representa una barrera adicional en el acceso a bienes básicos. La mayoría de la población depende de ingresos en pesos y no cuenta con tarjetas en divisas ni acceso regular a moneda extranjera.
La falta de avisos previos sobre el cambio de modalidad en muchas tiendas, junto al creciente número de locales inaccesibles para aquellos sin dólares, ha generado frustración entre los ciudadanos y muchas críticas en redes sociales.
Expertos como el economista Pedro Monreal advierten que este modelo no resuelve los problemas estructurales del país. “No estabiliza la oferta ni impulsa la producción nacional. Solo desplaza la presión hacia quienes tienen menos capacidad de compra,” ha afirmado.
Mientras tanto, el gobierno continúa con su discurso enfocado en la necesidad de atraer divisas y avanzar en procesos de bancarización, como parte de la reestructuración del sistema económico. El presidente Miguel Díaz-Canel ha reiterado que generar ingresos en moneda fuerte es una “prioridad nacional.”
No obstante, para muchos cubanos comunes, la verdadera prioridad es otra: poder adquirir lo básico para sobrevivir sin depender de un dólar que no obtienen, pero del que cada vez dependen más.