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Texto: Fede Gayardo
El Gobierno de Donald Trump ha interrumpido temporalmente las negociaciones migratorias que se llevan a cabo anualmente entre Washington y La Habana. Esta decisión se enmarca dentro de las restricciones impuestas por la administración republicana con el objetivo de limitar la llegada de cubanos y otros grupos migrantes al territorio estadounidense, así como en la reciente inclusión de Cuba en la lista de estados patrocinadores del terrorismo.
Un alto funcionario del Departamento de Estado de EE. UU. confirmó al medio CaféFuerte que la suspensión, aún no anunciada oficialmente ni por Washington ni por La Habana, obedece a la nueva directriz de la Casa Blanca.
“La Administración de Trump está implementando una política exterior que prioriza a EE. UU. y no se comprometerá con el régimen cubano únicamente por el simple hecho de establecer un diálogo interminable”, señaló la fuente.
Bajo circunstancias normales, los encuentros bianuales entre ambos gobiernos habrían comenzado en abril de 2025, pero aún no se tiene una fecha para la próxima ronda. Según el funcionario, “será EE. UU. quien determine si es necesario reunirse con Cuba y bajo qué condiciones”.
El último ciclo de reuniones se llevó a cabo en diciembre de 2024 en La Habana, donde, según un comunicado de la Casa Blanca, “EE. UU. planteó al gobierno cubano temas de interés, como la facilitación de la reunificación familiar, desincentivar la migración irregular y mejorar el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”.
No es la primera vez que Trump detiene el diálogo con la isla. En 2018, suspendió las reuniones tras retirar su representación diplomática en Cuba; el proceso se reactivó en 2022 con la administración de Joe Biden, hasta que el nuevo presidente republicano asumió el cargo en enero de 2025.
Al mismo tiempo, el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha intensificado las inspecciones a todas las embarcaciones que salgan de puertos cubanos con destino a EE. UU., así como endurecido los controles antiterroristas en los puertos estadounidenses.
Además, en el borrador de una lista de países con restricciones migratorias, el DHS ha incluido a Cuba en el grupo de naciones en rojo, cuyos ciudadanos tienen “terminantemente prohibida la entrada a EE. UU.”
Por otro lado, el programa de parole humanitario lanzado por Biden, que beneficiaba a más de medio millón de haitianos, venezolanos, nicaragüenses y cubanos, tiene su fecha límite el 24 de abril, ya que, según el DHS, “no aporta un beneficio público significativo y no ha sido necesario para reducir los niveles de inmigración ilegal”. A pesar de que la justicia estadounidense falló en contra de la rescisión, Trump calificó dicho fallo como un “error” judicial.