Foto: Manuel Larrañaga
Texto: Héctor García Torres
Recientemente, se han cerrado tres bares en La Habana debido a violaciones de las medidas de funcionamiento establecidas por el Covid-19. Los establecimientos afectados son Bar EFE, Pasillo y Mío y Tuyo, a los cuales se les ha impuesto una multa y se les ha retirado la licencia hasta que la capital retorne a la normalidad, según informó el diario oficial Tribuna de La Habana.
El informe no detalla las irregularidades detectadas, pero aclara que se trata de transgresiones a “la prohibición de funcionamiento de los bares, una normativa de la que estaban informados”. Maikel Paz, manager del bar Pazillo, indicó que aún no tienen una fecha específica de reapertura.
¿Está La Habana en fase de “normalidad”? Las largas colas y aglomeraciones en casi todos los lugares podrían sugerir que sí, sin embargo, oficialmente, la capital cubana se encuentra en una tercera fase, declarada hace más de un mes, en la que se han flexibilizado algunas medidas restrictivas en el contexto de la pandemia.
Se eliminó el toque de queda nocturno que restringía la circulación de personas y vehículos entre las 7 de la tarde y las 5 de la mañana, y se permitió el funcionamiento del transporte público con un 80% de su capacidad. Asimismo, se reanudaron las actividades productivas y comerciales, aunque con ciertas limitaciones.
Las restricciones impuestas a los bares contrastan con las imágenes cotidianas, donde se observa a los establecimientos de la red minorista abarrotados, con filas interminables y sin distanciamiento en las tiendas en MLC recién abiertas. Si bien es positivo que el Consejo de Defensa Provincial sea riguroso en la aplicación de las medidas de funcionamiento e higiénico-sanitarias en los locales clausurados, tales esfuerzos resultan poco efectivos si no se extienden a otros servicios, como el transporte, que es crucial en la lucha contra la Covid-19.
Es importante señalar que la actividad gastronómica conlleva un alto nivel de riesgo, por lo que es urgente intensificar la limpieza y desinfección (que era esencial, pero ahora es vital), emplear pizarras, herramientas digitales o menús de fácil impresión que exhiban las opciones disponibles, y asegurar el adecuado lavado y cambio de la vajilla, entre otras medidas temporales.
El cierre de estos establecimientos vuelve a recordar a emprendedores, trabajadores y propietarios de negocios de la gastronomía habanera que es fundamental cumplir con las disposiciones establecidas por el Gobierno local para continuar operando. A los comensales y clientes: la amenaza de la Covid-19 persiste, por lo que es preferible disfrutar, pero con responsabilidad y prudencia.
Después de todo, la reapertura de bares, restaurantes y similares no debería implicar un relajamiento de las medidas, ya que aunque el Dr. Durán ya no comparezca diariamente en la televisión nacional para presentar las cifras, este miércoles el Minsap reportó 76 nuevos casos positivos de Covid-19 en Cuba, más de 70 de estos son cubanos y solo 4 provienen de La Habana.