Foto Collage: Cuba Noticias 360
Un ciudadano cubano fue arrestado en el municipio de Báguanos, en Holguín, tras protagonizar un episodio insólito: secuestrar dos reses y exigir un rescate de 60 mil pesos a su propietario. El intento de extorsión, que no llegó a concretarse, fue frustrado por la policía, según informó la cuenta oficial “Cazador-Cazado” en Facebook, asociada al Ministerio del Interior (Minint).
La página, conocida por su tono irónico al exponer casos delictivos, no escatimó en críticas hacia el autor del secuestro, identificado como Juan Tomás Almenares, quien fue detenido antes de poder cobrar el rescate. Desde el barrio Los Jobos, donde tuvo lugar el robo, las autoridades subrayaron que el individuo intentaba “vivir a costa de otros”, sin prever la rápida intervención policial que desmanteló su plan.
A diferencia del patrón más común —el sacrificio clandestino de ganado para su venta en el mercado negro— este caso introduce una variante alarmante: el uso de animales como rehenes en un esquema de extorsión económica.
Las estadísticas del propio gobierno indican que este tipo de delitos no son aislados. Entre enero y agosto de 2024, un total de 1,615 personas fueron sancionadas por delitos relacionados con el sacrificio ilegal de ganado. El 90 % recibió penas de prisión, y un 78 % enfrenta condenas que pueden alcanzar los 15 años.
Más allá de las detenciones, los datos reflejan un problema sistémico: entre marzo de 2024 y enero de 2025, el Ministerio de la Agricultura detectó 181,854 irregularidades en el control del ganado vacuno. Las anomalías abarcan desde hurtos hasta compraventa ilícita y desaparición de animales, siendo las provincias de Pinar del Río, Mayabeque y Las Tunas las que más casos sin resolver presentan.
Ejemplos recientes ilustran la magnitud del fenómeno. En abril, un operativo en Mayarí, también en Holguín, desarticuló una red compuesta por siete personas, con más de 400 libras de carne robada, animales vivos y herramientas para el contrabando. Otro operativo policial en Santa Clara expuso otra red similar dedicada a delitos de la misma índole.
La situación en el campo cubano, marcada por la escasez, la inflación y el abandono institucional, ha creado un terreno fértil para estas prácticas. Mientras el Estado intensifica los operativos, el vacío estructural en el control del ganado y la falta de incentivos para los productores mantienen abierto un frente que ya va más allá del robo de carne: ahora, incluso las reses pueden convertirse en rehenes de la desesperación.