Foto: RL Hevia
Texto: Fede Gayardo
Artemisa se ha visto afectada por la escasez de harina de trigo que ha alcanzado niveles extremos en Cuba. En esta región occidental, el pan regulado se está vendiendo solo en días alternos, y para ampliar la limitada materia prima se están incorporando «extensores» como boniato, yuca y calabaza.
Esta medida de emergencia surge ante la imposibilidad de garantizar la importación del mínimo de harina necesario, lo que ha llevado a la Empresa Alimentaria y de Artículos Varios de la provincia a establecer alianzas con el sector no estatal, según lo reportado por el medio estatal El Artemiseño.
Osmany de la Paz Acosta, subdirector de la entidad, explicó que el racionamiento se aplica en los 11 municipios: en días pares obtienen su cupo Artemisa, Bauta, Caimito, Guanajay y Mariel; mientras que en días impares, Bahía Honda, Alquízar, Candelaria, San Cristóbal, San Antonio de los Baños y Güira de Melena.
Además, puntualizó que «el producto se elabora diariamente para los habitantes del denominado Plan Turquino y el ‘consumo social'», que incluye círculos infantiles, merienda escolar, hospitales, hogares maternos y de ancianos, el programa de donaciones de sangre, centros deportivos y cárceles.
Como parte de la «producción cooperada» con un socio privado, cuyo nombre no se ha revelado, se importaron 22 toneladas de harina para elaborar productos destinados a ferias dominicales, tres puntos de venta y sectores vulnerables «según lo disponga el consejo de distribución del gobierno provincial».
De la Paz también detalló que «la venta liberada de pan de 50 gramos a 30 pesos, el de 200 gramos a 110, además de la bolsa de fideos de 200 gramos a 165, galletas dulces a 165 y galletas saladas a 370 pesos, estarán disponibles para los artemiseños desde este domingo».
El reportaje recogió opiniones del Complejo La Plaza, donde los empleados ensamblan galletas a toda prisa por salarios que rondan los 2,000 pesos al mes: «si no producimos, ni siquiera ganamos eso; por ello, lo que necesitamos es sostener esta producción cooperada para contar con la materia prima y producir», afirmaron.
Asimismo, las panaderías La Kari, en Artemisa, y El Gozo, en Quiebra Hacha (Mariel), han reactivado sus hornos gracias al convenio que permitió la llegada del insumo importado.
Según el directivo, «en algunos casos, las panaderías tienen condiciones para elaborar la mezcla con extensores, como pastas de viandas como boniato, yuca y calabaza». Están estudiando la posibilidad de adquirir harina de yuca a la Empresa Cítricos Ceiba, en Caimito, «por un valor de 250 pesos el kilogramo». Sin embargo, solo 21 establecimientos cuentan con grupos electrógenos, de los cuales tres están en la ciudad cabecera, lo que limita aún más la producción debido a los cortes de energía que restringen las horas de horneado, destacó el medio mencionado.
Crisis del pan en otras provincias cubanas
Paralelamente, en Guantánamo, desde el 9 de mayo, el pan normado solo se entrega a niños de 0 a 13 años e instituciones sociales debido a la falta de harina, medida que es «temporal, hasta que las condiciones permitan regresar a la distribución habitual», según informó el gobierno provincial.
Camagüey también enfrenta irregularidades en el suministro, ya que «las bajas cantidades recibidas (de harina) impiden cumplir con las entregas establecidas de un producto de alto consumo», reconoció Luis Camacho, director de la Empresa Alimentaria local.
Mientras tanto, en Santiago de Cuba, la producción está casi detenida y los molinos permanecen inactivos, lo que ha obligado a un sistema de reparto rotativo por municipios debido a la dependencia de envíos esporádicos desde La Habana.