Foto: Cuba Noticias 360
Texto: Hugo León
Cuba se enfrenta a un inicio de verano tan cálido como los más intensos en su memoria, y lo más preocupante es que ni siquiera hemos alcanzado junio. Durante mayo, estaciones meteorológicas han reportado temperaturas superiores a los 35 °C en diversas provincias del país, con picos que han sobrepasado los 37 °C.
En Holguín se registró la mencionada temperatura y hasta 38 °C se experimentaron en La Habana durante este mes, según informes oficiales del Instituto de Meteorología y también de meteorólogos en redes sociales.
Estos registros no son incidentales ni meramente anecdóticos. La estación de Casablanca, en la capital, rompió su récord histórico para mayo al alcanzar los 38.0 °C, superando la marca previa de 37.3 °C establecida solo el año pasado.
Si se añade que el calor extremo ya es una constante en otras regiones del interior del país como Las Tunas, Camagüey, Ciego de Ávila y Villa Clara, el panorama se vuelve aún más alarmante.
Sin embargo, más allá de los números, lo que realmente se percibe es el impacto humano. Las altas temperaturas coinciden con apagones frecuentes, escasez de agua y fallas en los sistemas de refrigeración en hospitales, hogares y en general en todo el país. Enfrentar las altas temperaturas sin energía eléctrica es aún más complicado.
Altas temperaturas en Cuba, 24 de mayo de 2025
Desde el canal de Telegram El tiempo en Cuba se señala que para este domingo 24 de mayo, las temperaturas máximas en zonas del interior podrían mantenerse entre 35 y 37 °C, lo que obliga a extremar precauciones.
El problema no es solo la incomodidad, sino el riesgo real para la salud pública, especialmente para niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.
Aunque mayo suele ser el inicio de la temporada lluviosa, lo que estamos presenciando es una combinación peligrosa de calor persistente, humedad sofocante y falta de lluvias significativas.
Según el Centro Meteorológico Provincial, el año 2024 cerró con el mayo más cálido desde 1951. Todo indica que 2025 está listo para romper ese registro, y no precisamente de manera positiva.
Los expertos señalan al cambio climático global y al fenómeno de El Niño como factores determinantes del aumento de las temperaturas en la región. Sin embargo, en el caso de Cuba, las consecuencias se ven agravadas por la fragilidad de los servicios básicos, la crisis energética y la falta de infraestructura adecuada para enfrentar olas de calor como esta.
La realidad es que muchos cubanos no pueden protegerse del calor con aire acondicionado, ventiladores o duchas frías cuando no tienen acceso a electricidad ni agua corriente. La ola de calor se convierte así en un símbolo del deterioro acumulado de un país donde incluso las condiciones climáticas habituales se vuelven insostenibles.
Y lo más alarmante es que apenas estamos en mayo. Quedan por delante los meses tradicionalmente más calurosos del verano caribeño. Si ya en esta etapa los récords están cayendo uno tras otro, ¿qué puede esperarse para julio o agosto?
