Fotos: Jorge Luis Borges
Texto: Viviana Díaz
En medio de los cambios económicos que experimenta Cuba con miras a la unificación monetaria, el gobierno de La Habana ha decidido establecer precios máximos para la venta de carne y hortalizas por parte de los trabajadores por cuenta propia, cooperativas no agropecuarias, mercados de oferta y demanda, y los denominados “carretilleros”.
Durante la cuarentena por la Covid-19, la demanda de muchos productos agropecuarios se incrementó, lo que ocasionó que el precio de algunos de ellos aumentara hasta un 150%, generando descontento en la población.
En octubre de 2020, las autoridades provinciales emitieron una resolución que fijaba límites de venta para productos cárnicos de alta calidad, embutidos, ahumados y diversas hortalizas y vegetales.
Con esta normativa, se busca unificar las resoluciones 62 del 3 de abril, que establecía precios de venta de productos agropecuarios; la 93 del 30 de julio, que fijaba precios de venta para productos cárnicos de alta calidad, embutidos y ahumados; y la 96 del 16 de julio, donde se determinó la extensión de los precios máximos para otros productos y subproductos cárnicos ahumados.
Hasta ahora, las reacciones de la población son diversas. Algunos consideran que estos precios son excesivamente altos, aunque se espera que con el inminente reordenamiento económico y el incremento de salarios y pensiones, estos gastos puedan ser afrontados.
Es importante señalar que se trata de precios máximos establecidos para la comercialización no estatal. Los precios en los agromercados estatales, como los conocidos EJT, permanecerán sin cambios, al menos según lo que se conoce hasta el momento.
A continuación, se presenta el listado de precios máximos de productos cárnicos y agrícolas en La Habana.