Foto: Cuba Noticias 360
El inicio de mayo marca oficialmente el comienzo del periodo de lluvias en Cuba, lo que resulta en un aumento paulatino en la formación de chubascos, lluvias y tormentas eléctricas.
Según el meteorólogo Raydel Ruisánchez, especialista en la Zona Especial de Desarrollo Mariel, se anticipa una creciente inestabilidad atmosférica para los próximos días.
Aunque el jueves las precipitaciones fueron limitadas y localizadas, principalmente en los extremos occidental y oriental del país, los modelos meteorológicos indican un cambio gradual en las condiciones climáticas. De hecho, a partir del fin de semana, se prevé un incremento en la actividad de lluvias, sobre todo durante las tardes, un patrón característico del inicio de la etapa húmeda en la isla.
Este fenómeno se debe a la presencia de una vaguada en niveles medios y altos de la atmósfera, combinada con un aumento en la humedad relativa y un fuerte calentamiento diurno, factores que contribuirán a la formación de lluvias convectivas que, aunque breves, pueden ser localmente intensas.
El especialista compartió su pronóstico en una publicación reciente en su perfil de Facebook, subrayando que esta inestabilidad es común en esta época del año, pero instó a la comunidad a mantenerse informada a través de canales oficiales ante posibles afectaciones por tormentas eléctricas o acumulados significativos de agua.
Es importante recordar que el pasado 8 de abril, lluvias intensas sorprendieron al occidente del país, afectando principalmente a La Habana. Las precipitaciones provocaron inundaciones en diversas áreas de la capital, con calles convertidas en cauces temporales y vehículos parcialmente sumergidos, un evento que evidencia la vulnerabilidad urbana ante fenómenos de este tipo.
Con el inicio de la temporada de lluvias, las autoridades meteorológicas hacen énfasis en reforzar las medidas preventivas y de protección, especialmente en zonas susceptibles a inundaciones. El monitoreo constante del clima será fundamental para anticipar impactos y mitigar daños en una etapa donde las lluvias se convierten en protagonistas del escenario climático del país.