El Banco Central de Cuba (BCC) ha encendido las alarmas en su cuenta de Twitter para los usuarios que realizan transferencias entre tarjetas MLC (moneda libremente convertible). Estos deben asegurarse de que el número de la tarjeta de destino comience con 9225. De no ser así, la operación será desestimada y el monto podría ser enviado a una tarjeta en CUP.
Así, según aclaraciones de la entidad financiera, el dinero se convertiría a la moneda de la cuenta de destino, al cambio de 1 por 24. Este procedimiento es válido tanto para transacciones a través de cajeros automáticos, Transfermóvil como otros canales electrónicos.
Es importante recordar que, desde que se autorizó en el país el funcionamiento de tiendas que comercian en MLC, una medida económica impopular entre los cubanos, debido a la dificultad que enfrenta muchos para acceder a divisas, el BCC permitió a instituciones como el Banco de Crédito y Comercio (BANDEC), el Banco Metropolitano (BM) y el Banco Popular de Ahorro (BPA) emitir tarjetas vinculadas a cuentas en dólares estadounidenses.
Cualquier persona natural puede acudir a una sucursal bancaria con su carnet de identidad para solicitar la apertura de una cuenta en MLC, además de que también puede realizar la solicitud a través de la aplicación Transfermóvil.
Estas cuentas pueden abrirse con saldo cero. Para poder obtener fondos, los usuarios pueden recibir transferencias desde el exterior o desde otra cuenta en USD, así como también depositar efectivo en dólares estadounidenses, euros, dólares canadienses, libras esterlinas, francos suizos, entre otros.
La euforia colectiva —y meme— generada en toda Cuba tras la apertura de nuevas tiendas en MLC ha llevado a que muchos que aún están ajenos a este fenómeno se pregunten cómo es posible crear, gestionar y, sobre todo, “abastecer” una tarjeta que les permita comprar allí, cuando las tiendas en CUP enfrentan una crisis de desabastecimiento. Este es el panorama cotidiano que viven los cubanos.